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Piluca Barrau, farmacéutica: “Consumir sin control la vitamina D tiene consecuencias clínicas graves como hipercalcemia, insuficiencia renal y arritmias”

‘Y ahora Sonsoles’

La experta alerta contra la automedicación, pide medir niveles en sangre antes de suplementar y recuerda que la vitamina D “no son caramelos”

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Piluca Barrau, farmacéutica en las Islas Baleares, advierte sobre los peligros de consumir vitamina D sin supervisión médica

Atresmedia

En los lineales de supermercados, en páginas web y hasta en tiendas de deporte. Conseguir un bote de vitamina D hoy es tan fácil como añadirlo al carrito, pero la accesibilidad no siempre es sinónimo de seguridad. Este suplemento, que en redes sociales se presenta como una “píldora mágica” para reforzar defensas, ganar energía o proteger los huesos, puede convertirse en un enemigo silencioso cuando se toma sin control médico.

Un suplemento fácil de encontrar, pero no siempre seguro

Barrau alerta del riesgo de tomar vitamina D sin control, cuyo exceso puede dañar órganos vitales

Ese fue el mensaje que quiso dejar claro la farmacéutica Piluca Barrau en su intervención en Y ahora Sonsoles. “Hay que tener mucho cuidado con la vitamina D y, en general, con toda la suplementación, porque no son caramelos y, aunque sean naturales y de fácil acceso, siempre tienen un efecto en nuestro cuerpo y, como hemos visto, bastante peligroso”, advirtió.

Piluca Barrau advierte que el exceso de vitamina D puede causar daños renales, cardiovasculares y acumulación de calcio

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Barrau subrayó que nunca debería recomendarse un complemento “sin previamente saber qué cantidad [de vitamina D] tenemos en nuestra sangre” y recordó que se trata de una vitamina liposoluble que “queda en el cuerpo durante muchos días”. “No es como, por ejemplo, la melatonina, que la tomas y enseguida a las poquitas horas te despiertas porque se elimina. La vitamina D queda en el cuerpo”, explicó.

La farmacéutica, que ejerce en las Islas Baleares, relató un episodio que terminó con 16 personas hospitalizadas tras consumir vitamina D comprada por internet y en tiendas deportivas. “La dosis que ponía era inferior 50 veces. O sea, le estaban tomando 50 veces más a la dosis que ponía en el bote”, señaló. Entre las consecuencias: “problemas de riñón, taquicardias, acúmulo de calcio en arterias y riñones, dolor de barriga, vómitos, náuseas e incluso riesgo de muerte”.

El caso de Kiko

De un bote comprado online a la UCI

Para entender la magnitud del problema, el programa recogió el testimonio de Juan Francisco, conocido como Kiko, que acabó ingresado en la UCI tras automedicarse. “Me empecé a encontrar cada vez más débil. El cuerpo solo me pedía beber agua, llegué a unos 8 o 9 litros diarios”, relató. Sin prescripción médica, comenzó a tomar vitamina D por iniciativa propia: “Mi trabajo es muy exigente a nivel físico y, además, intento cuidarme e ir al gimnasio”.

Su ingreso reveló niveles de calcio y vitamina D disparados en sangre. “No sabía hasta qué punto la vitamina D podría ser mala para el cuerpo”, admitió. A día de hoy sigue con secuelas.

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Barrau insistió en que la vitamina D debe suplementarse solo en casos de déficit confirmado y siempre bajo control médico. Recordó que el 90-95% se sintetiza de forma natural con la exposición solar, especialmente por la mañana y antes de las 11:00 horas, y que una dieta con alimentos como pescado azul, aguacate o productos fortificados puede ayudar a mantener niveles óptimos.

“Lo mejor es ponerse al sol durante 10-15 minutos y, cuando no sea suficiente, valorar la suplementación. Pero siempre con análisis previos y supervisión sanitaria”, recalcó.