El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
Uno de los aspectos clave en este sentido es la depuración mental, en particular dejando atrás elementos como la individualidad. Un hecho en el que se ha detenido Patricia Ramírez, más conocida como Patri Psicóloga en redes sociales. La divulgadora y experta en salud emocional comentaba, mediante un vídeo compartido en TikTok, lo que ocurre en el cerebro cuando valoramos la ayuda que nos llega y practicamos desde distintos puntos.
“Algo que nos ayuda a generar buenos momentos es el valor de la ayuda. Vivimos un momento de individualismo potenciado por las redes sociales que atufa. Vivimos en el yo-mi-me-conmigo y hasta que no me quiera yo no podré querer a los demás. Y con ello nos olvidamos de algo que nos ha salvado como humanos, como personas, y es el valor de la ayuda. En el momento en el que tú colaboras en el bienestar de otra persona, estás favoreciendo tu propio bienestar”, expresaba.
“Porque hoy sabemos que el cerebro se transforma. Cuando prestamos ayuda generamos neurohormonas como la oxitocina, que es la neurohormona del amor y de la compasión, que nos ayuda a sentirnos bien, nos relaja, incluso favorece el sueño. Y todo esto ocurre cuando prestamos ayuda a otras personas. Ser solidario no solamente es agrandar el corazón de quien recibe la ayuda, sino agrandar el propio corazón”, insistía.
Cuando menos lo necesitamos
Recientemente, Ramírez también se pronunció sobre la intervención de la ansiedad en el peor momento posible, desde nuestra perspectiva: “¿Y por qué llega la ansiedad cuando más tranquila estoy? Porque suele suceder que cuando tú bajas tu ruido externo, aparece el ruido interno. Andamos todo el día en el modo hacer, pero no en el modo sentir. Cuando el cuerpo deja de estar en modo hacer, aparece el modo sentir y entonces te das cuenta de todo lo que está ocurriendo por dentro”.
“Muchas veces nuestras emociones están totalmente atrapadas o silenciadas por todo el ruido externo, que se traduce en estar todo el día corriendo, todo el día haciendo cosas y cuando te tomas un momento para ti y te relajas, es cuando puedes escucharte por dentro. Te invito a que hagas esta práctica de escritura libre, coge una libreta y cuando sientas esa ansiedad, en un momento tranquilo, anota esta ansiedad que me quiere decir y qué estoy sintiendo que no me he permitido sentir”, recomendaba.