Aquellas personas comprometidas con su salud posiblemente se hayan cuestionado alguna vez, de forma muy acertada, qué tan beneficiosa es realmente su dieta. Ya que una alimentación equilibrada y favorable para el organismo queda determinada no tanto por cada alimento individual, sino por el aporte nutricional que se obtiene en su conjunto. “Lo que comemos son alimentos, pero lo que necesitamos son nutrientes”, señala la Fundación Española de la Nutrición (FEN). Por ello es importante asegurarse de incluir en los platos diferentes grupos de alimentos, con propiedades diversas, con los que construir unos hábitos alimentarios saludables y balanceados. Y apoyarse en aquellos alimentos que destacan por su cualidades nutritivas, sustancias que el organismo no puede fabricar por sí mismo, dado que se consiguen por medio de la alimentación, y resultan esenciales para la salud.
Pero, ¿y si fuese posible potenciar estas características de los alimentos? Una reciente investigación lo consiguió al aumentar las propiedades nutricionales del pan gracias a la acción de un hongo. El estudio, llevado a cabo por un equipo de investigadores de tres universidades australianas, publicado en la revista especializada ‘Plants, People, Planet’, analizó los efectos del hongo Rhizophagus irregularis en panes elaborados con diferentes variedades de trigo australiano. Una parte de estas plantas de trigo fueron cultivadas con el hongo, al contrario del resto. Y los resultados evidenciaron las ventajas de esta combinación a la hora de aumentar su biodisponibilidad de nutrientes clave, tal y como asegura el estudio.
El hongo que podría hacer que el pan resultase más nutritivo
Los investigadores escogieron ocho variedades de trigo, que se cultivaron con y sin el hongo Rhizophagus irregularis. Además, se llevaron a cabo dos tratamientos distintos de suelo, uno enriquecido con fósforo y el otro con un bajo contenido en este. Cuando las plantas alcanzaron su periodo de madurez y fueron cosechadas, el equipo analizó los valores nutricionales de estas. Las conclusiones que obtuvieron es que el trigo que había sido cultivado con el hongo presentaba una mayor biomasa, así como una elevada cantidad de micronutrientes, con mención especial al zinc. En lo que respecta a la influencia del suelo enriquecido con fósforo, este contaba con una mayor concentración de zinc y hierro.
Los resultados de esta investigación abren una puerta a la posibilidad de ‘biofortificar’ el trigo con micronutrientes esenciales para los humanos, tal y como aseguran los responsables del estudio. Así se podrían aprovechar más los recursos naturales y prevenir la deficiencia dietética de zinc y hierro, dos nutrientes fundamentales en el correcto desarrollo del organismo.