A pesar de ser un problema frecuente, resulta común que queda invisibilizado, a menudo, a causa del sentimiento de vergüenza que provoca en algunas personas. Las pérdidas de orina, o incontinencia urinaria, suponen una falta de control de la vejiga o de la capacidad de miccionar, lo que trae como consecuencia el vaciado involuntario de la orina, que puede variar en su cantidad y frecuencia. Si bien es cierto que está asociada al proceso natural de envejecimiento, no siempre es así, y, en cualquier caso, siempre se debe consultar a un médico especialista.
La incontinencia urinaria puede deberse a varios motivos, desde el debilitamiento del músculo de la vejiga hasta obstrucciones, o incluso puede delatar ciertas patologías, como un caso de cáncer de próstata o trastornos neurológicos. A fin de encontrar el origen de esta, el Ministerio de Sanidad destaca la necesidad de acudir a consulta, para que se realice un análisis de la historia clínica, una exploración física, un estudio analítico y exploraciones complementarias que permitan un diagnóstico adecuado.
La importancia de revisar la causa de las pérdidas de orina
El ginecólogo Ariel Bertoldi afirma que las pérdidas urinarias son comunes, pero esto no significa que sean normales. “La pérdida de orina siempre tiene una asociación con otra cosa, hay que consultar al médico”, insiste el especialista. Principalmente se diferencian dos tipos, uno de ellos es el de la incontinencia de esfuerzo, que sucede cuando se produce una actividad como saltar o hacer ejercicio físico. Pero también puede deberse a toser, por ejemplo. Otro caso es que puede tratarse de un síntoma de prolapso, tras haber tenido un parto vaginal, o de una infección urinaria, señala el ginecólogo. “Siempre que haya pérdidas de orina, no importa que sean pequeñas, hay que consultar con el médico”.
La otra posibilidad tiene que ver con la incontinencia de orina por estrés, que sucede cuando el músculo que se encarga de la contracción de la vejiga está demasiado activo y provoca que esta se contraiga de forma reactiva. “Habitualmente, la vejiga se vacía o pierde mucha orina”, apunta el experto. En estos casos, el tratamiento será diferente y se basará en la aplicación de antiespasmódicos urinarios.
Especialmente debido a las diversas causas posibles de las pérdidas de orina, el ginecólogo recomienda acudir a un especialista para identificar la causa y ponerle remedio de manera apropiada. “Siempre tiene una asociación con otra cosa, es como tener fiebre, la fiebre no es normal, la pérdida de orina no es normal, algunas pueden ser más graves que otras”. Por ello es fundamental acudir a consulta, insiste Ariel Bertoldi.