Milena González, psicóloga experta en crianza: ''Si abrumamos a nuestros hijos con preguntas pueden sentirse presionados, como si tuvieran que rendir cuentas''

Un gran consejo

La terapeuta aconsejó a los padres mantener una escucha activa con sus hijos y respetar sus silencios

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Milena González, psicóloga

Milena González, psicóloga

A lo largo de los últimos años, la psicóloga Milena González ha abordado numerosas cuestiones relacionadas con el bienestar de los más pequeños, con el objetivo de orientar a los tutores y favorecer la mejor crianza posible.

En una de sus últimas publicaciones en Instagram, la autora de No hay niños difíciles destacó la importancia de la confiabilidad para construir una base sólida y fomentar un apego seguro con los hijos, así como la necesidad de ser coherentes y de convertirnos en un refugio donde no encuentren juicio, sino una persona con la que les resulte fácil comunicarse.

Milena González, psicóloga

Milena González, psicóloga

Instagram/@unamamapsicologa_ | Pexels

Tras insistir en varias ocasiones en que los padres deben satisfacer adecuadamente las necesidades emocionales, físicas, cognitivas y sociales de los hijos, y en que establecer límites es fundamental, González aclaró en un vídeo que la aproximación de un padre a un hijo debe ser siempre no intrusiva. Por ello, el tutor debe encontrar un equilibrio entre la protección que brinda y la autonomía que otorga. 

En el último vídeo que publicó en la plataforma de color rosa, González recomendó a sus seguidores con hijos no agobiarlos cuando regresen del colegio o de actividades en las que hayan podido enfrentar distintos retos.

''Cuando tu hijo salga del cole, no hagas esto: '¿Cómo te fue? ¿Jugaste? ¿Te portaste bien?'. Estas preguntas las hacemos desde el amor y la curiosidad, pero si los abrumamos con tantas preguntas pueden sentirse presionados, como si tuvieran que rendir cuentas en lugar de sentirse acogidos. Eso genera el efecto contrario: menos van a querer hablar'', expresó la experta en la pieza audiovisual.

''Piensa que tu hijo ha estado entre seis y ocho horas enfrentándose a un montón de cosas: resolviendo algún conflicto en el recreo, levantándose en clase a hablar aunque le diera vergüenza... un montón de estímulos emocionales de todo tipo. Al salir de allí, primero necesita descarga, seguridad y un espacio donde no se sienta interrogado, sino que pueda conectar contigo en calma'', sentenció la creadora digital.

Tres simples gestos

Para finalizar su intervención, Milena ofreció tres gestos muy útiles como alternativa a plantear tantas preguntas. Primero, recomendó recibir a los niños con un abrazo, una sonrisa o un gesto de cariño. Segundo, aconsejó respetar los silencios y fomentar los momentos de relax. Por último, señaló que compartir experiencias propias (qué te ha pasado a ti durante el día) ayuda a que el niño se abra y cuente su versión.

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