Casi el 90% de los consumidores españoles conoce cuál es la diferencia entre la fecha de caducidad de un alimento y la de consumo preferente. Y, pese a ello, muchos no parecen guiarse por estas, según revela el primer Barómetro de Seguridad Alimentaria elaborado por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC). Los consumidores se fijan en factores como el aspecto, el color, el sabor del alimento y el tiempo que ha pasado teniendo en cuenta las indicaciones de las fechas. No obstante, el estudio muestra que el 76% de las personas consume el producto más allá de la fecha de consumo preferente, a pesar de que todavía es seguro. En cambio, uno de los datos más relevantes tiene que ver con aquellos alimentos que han pasado la fecha de caducidad indicada, ya que el 67% de los españoles deciden consumirlos, a pesar de los posibles riesgos para la salud.
Cuando un alimento está caducado significa que se encuentra en mal estado, por lo que es más fácil que en este se reproduzcan microorganismos patógenos que, tras ser consumidos, desencadenen intoxicaciones alimentarias. Desde CSA Seguridad Alimentaria señalan algunas causadas por virus, como son la Hepatitis A y el norovirus. Aunque también pueden deberse a bacterias, entre las que destacan la Salmonela, Listeria, Shigela, Coli y Campylobacter. Y, en lo que se refiere a los parásitos, estos casos pueden deberse principalmente a dos: Giarda y Trichinella. Dolores abdominales, diarreas, vómitos, náuseas, fiebre, escalofríos, debilidad y dolores de cabeza son algunos de los síntomas comunes que caracterizan a una intoxicación alimentaria, aunque pueden variar dependiendo de su origen.
¿Cuál es la diferencia entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente?
José María Puya, nutricionista y tecnólogo de alimentos, en el podcast de ‘El Alimentólogo’, explica cuál es la diferencia entre estos dos conceptos. Por un lado, la fecha de caducidad indica hasta cuando el alimento es seguro para ser consumido. De modo que, una vez que ha pasado esa fecha, no debería comerse. “Es peligroso, especialmente en productos perecederos como carnes, pescados o mariscos”, advierte el experto.
Mientras que la fecha de consumo preferente, que se encuentra en algunos productos lácteos, arroces, pastas o conservas, según señala el especialista, indica hasta cuando el producto “mantiene sus propiedades organolépticas óptimas”. Por lo que, a pesar de que su sabor o su textura hayan podido cambiar, todavía sigue siendo seguro consumir ese alimento. Siempre y cuando, especifica José María Puya, no muestre signos de que se haya deteriorado. “Mucho cuidado, porque está en riesgo tu salud”


