Xevi Verdaguer, nutricionista: “Si tienes dolor de regla, migrañas o hinchazón, puede que tengas una falta de progesterona o un exceso de estrógenos”
CUIDADO PERSONAL
Es necesario comprender cómo el ciclo menstrual influye en múltiples aspectos del organismo que trae cambios físicos y emocionales para entender como se relacionan estos procesos con el bienestar
Xevi Verdaguer, nutricionista: ''No desayunes inmediatamente al despertar porque los genes clock del intestino necesitan más de una hora para sincronizarse con los del cerebro''
Xevi Verdaguer, nutricionista: “Si tienes dolor de regla, migrañas o hinchazón, puede que tengas una falta de progesterona o un exceso de estrógenos”
Dolor menstrual, migrañas, hinchazón, insomnio o cambios de humor son molestias que muchas mujeres han escuchado desde siempre como parte “normal” del ciclo. Pero el nutricionista Xevi Verdaguer rompe con esa idea. Para el especialista, aceptar esos síntomas como inevitables es un error. “Muchas veces no es algo crónico, sino un simple desajuste hormonal, falta de progesterona o exceso de estrógenos”, afirma.
Las hormonas como la progesterona, los estrógenos y la testosterona influyen directamente en el ánimo, el sueño, la piel, la digestión, el peso o la energía. Cuando se encuentran desreguladas, pueden aparecer molestias que dificultan el día a día.
El equilibrio hormonal no es solo posible, es necesario, y empieza por conocerte
El desequilibrio hormonal puede expresarse de muchas formas. Entre ellas, dolor menstrual más intenso, retención de líquidos, insomnio, irritabilidad, acné, vello no deseado, estreñimiento o diarrea, e incluso dificultad para perder peso. Cuando estos signos se mantienen en el tiempo, pueden convertirse en el punto de partida de patologías como la endometriosis, el síndrome de ovario poliquístico, algunos trastornos autoinmunes o problemas metabólicos.
La progesterona funciona como el gran contrapeso de los estrógenos. Además de favorecer la calma gracias a la producción de GABA, neurotransmisor relacionado con la relajación, es clave para mantener un ciclo menstrual equilibrado. Su déficit puede provocar ciclos más cortos de lo habitual, síntomas emocionales que aparecen desde la ovulación hasta la menstruación o incluso dificultades para mantener un embarazo.
Un exceso de estrógenos también tiene consecuencias. Según Verdaguer, puede derivar en hinchazón, dolor menstrual más acusado, miomas, mamas fibrosas, cambios intestinales o alteraciones del humor. Este exceso puede deberse a factores genéticos, tóxicos ambientales, anticonceptivos o niveles bajos de progesterona. El problema se agrava si el hígado y el intestino no eliminan correctamente la carga estrogénica, algo que se puede modular con una alimentación adecuada y hábitos de vida saludables.
Aunque se asocia más a los hombres, la testosterona también es fundamental en la salud femenina. Favorece la libido, la masa muscular y la densidad ósea. Pero si aumenta de manera excesiva, por ejemplo debido a la resistencia a la insulina o a un consumo elevado de azúcares, puede causar síndrome de ovario poliquístico, acné, vello facial o acumulación de grasa abdominal.
Muchas veces no es algo crónico, sino un simple desajuste hormonal
Durante la menopausia, la caída de estrógenos y progesterona se combina con un aumento relativo de andrógenos y mayor actividad de la enzima aromatasa. Este desequilibrio puede dar lugar a sofocos, insomnio, cambios en el metabolismo, mayor riesgo cardiovascular u óseo y la aparición de señales androgénicas como hirsutismo o grasa central.
Para Verdaguer, comprender cómo funcionan las hormonas es el primer paso para recuperar el bienestar. Identificar qué las desequilibra y cómo acompañarlas permite regular el ciclo, reducir síntomas, mejorar la calidad del sueño, favorecer la digestión y prevenir complicaciones a largo plazo. “El equilibrio hormonal no es solo posible, es necesario, y empieza por conocerte”, subraya.