El final del verano llega con la vuelta al trabajo, la rutina y también con la necesidad de recuperar ciertos hábitos saludables que, entre vacaciones, terrazas y horarios cambiados, han quedado en segundo plano. El nutricionista Luis Zamora lo tiene claro: septiembre es el mes perfecto para “volver al agua como protagonista” y poner de nuevo orden en la alimentación.
El experto recomienda empezar por lo más básico: hidratarse bien. “Empezaría el día con un vaso grande de agua y luego acompañándolo en las comidas, siempre con agua, unos sorbitos durante el día”, apunta Zamora. Además, recuerda que las infusiones —tanto frías como calientes— son un buen aliado para quienes buscan variedad sin renunciar a la hidratación.
El segundo paso es recuperar los horarios. Después de semanas de improvisación, conviene establecer rutinas estables. “Volver a hacer esas comidas más o menos a la misma hora ayuda a regular las hormonas del hambre y de la saciedad”, explica. Lo ideal es mantener franjas de una o dos horas para las comidas principales y procurar que el desayuno tenga una hora fija.
Una vez organizados los horarios, llega el momento de revisar lo que ponemos en el plato. Zamora aconseja apostar por productos poco procesados: verduras frescas, proteínas de calidad como el huevo, las legumbres, las carnes magras o el pescado. Tampoco deben faltar las grasas saludables, especialmente el aceite de oliva, y la fruta como snack o postre, recuperando así esos alimentos que en verano suelen quedar relegados por otros menos recomendables.
Vamos a olvidarnos de improvisar, que en verano se improvisa mucho
La planificación de la compra es otro de los pilares para no caer en tentaciones. Durante las vacaciones es fácil improvisar, pero al volver a la rutina conviene preparar un menú semanal y hacer la lista de la compra con antelación.
Sobre los kilos de más que suelen acompañar al verano, Zamora lanza un mensaje tranquilizador: no hay que obsesionarse con la báscula. “Lo primero es no pesarse. Te vas a obsesionar y te vas a ver en un disgusto”, afirma. Lo fundamental es retomar la actividad física y la alimentación equilibrada. Según el nutricionista, esos dos o tres kilos extra que se suelen ganar en esta época desaparecen “en un mes, mes y medio o dos” si se recuperan los buenos hábitos.
Lo primero es no pesarse. Te vas a obsesionar y te vas a ver en un disgusto
Septiembre, por tanto, se convierte en una oportunidad para reconectar con la rutina y mejorar la relación con la comida. Una vuelta a lo esencial que, lejos de ser restrictiva, permite recuperar el equilibrio sin caer en la obsesión.