Las verduras representan una parte esencial en la alimentación, a través de las cuales se obtienen macronutrientes fundamentales para mantener al organismo saludable. El consumo recomendado de vegetales se sitúa en unas dos o tres raciones cada día, según las indicaciones de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). Sin embargo, algunas personas no cumplen con estos mínimos, y no siempre se debe a una cuestión de gustos o preferencias, sino que también tiene que ver la disponibilidad. Las verduras pueden dejar de estar frescas y echarse a perder relativamente rápido, sobre todo si no se conservan adecuadamente. Esto limita el tiempo en el que consumirlas. No obstante, existe una alternativa sencilla y práctica para contar con vegetales siempre disponibles y facilitar así el mantenimiento de una dieta saludable y variada, se trata de las verduras congeladas.
Hay quienes deciden no recurrir a ellas por una falsa creencia de que no serán tan sanas como si se consumiesen frescas, aunque esto no es así. “A las verduras congeladas se las cosecha en el punto más nutritivo”, asegura Simon Maffia, ingeniero de alimentos. Además, debido al proceso al que son sometidas tras su recogida, estas mantienen sus propiedades beneficiosas para el organismo. “Después de eso se las escalda o se las blanquea, se las mete un poquito en agua hirviendo y directamente se las supercongela”, explica el experto. De manera que las verduras congeladas no presentan diferencias con las frescas, al menos, en lo que se refiere a sus cualidades nutritivas. “La única desventaja que tienen los vegetales congelados es que pierden la textura”.
Desde la Universidad de Harvard igualmente respaldan esta recomendación de apoyarse en los vegetales congelados para conseguir una alimentación rica en este tipo de alimentos. Sus especialistas confirman que, en términos nutricionales, las verduras congeladas son “similares o incluso mejores” que las frescas. Al recolectarse en el momento óptimo de maduración y congelarse inmediatamente, sus nutrientes se conservan. Y, al estar congeladas, se evita su deterioro, como sí sucede con los alimentos frescos.
¿Cómo conseguir que las verduras duren frescas durante más tiempo?
El cajón del frigorífico designado para las verduras es el mejor lugar donde conservarlas y que duren en buen estado durante más tiempo, según la Academia Española de Nutrición y Dietética. Ya que en este espacio están protegidas tanto del aire forzado frío, al que son más sensibles que otros alimentos, como de la deshidratación. También será el lugar más higiénico, debido a que algunas verduras pueden contener restos de tierra o polvo, apuntan los especialistas. Igualmente se aconseja guardarlas sin lavar, y dejar este paso para el momento en el que se vayan a cocinar o consumir.
Las verduras pueden durar varios días frescas si se conservan a temperatura ambiente, aunque es importante tener en cuenta que se reducirá en verano a causa de la exposición a las altas temperaturas. Y durarán más si se guardan en el frigorífico.


