Norberto Abdala, médico psiquiatra: “El duelo es el proceso de reconstrucción que permite seguir viviendo adaptándose sanamente a nuevas ilusiones y deseos, dejando atrás lo que no pudo ser”

Salud mental

En el fenómeno del duelo invisible, el foco no está en la pérdida concreta de algo presente, sino en haber renunciado a una posibilidad futura

Norberto Abdala, médico psiquiatra

Norberto Abdala, médico psiquiatra

Clarín

El duelo es una vivencia humana universal, inevitable y profundamente emocional que se experimenta después de una pérdida significativa, como la muerte de un ser querido, de una mascota, de un trabajo, entre otras muchas causas posibles.

Sin embargo, -aunque poco valorado y mucho menos reconocido- también existen duelos invisibles por la pérdida de proyectos, sueños, o expectativas que no llegan a concretarse pero que tenían un fuerte significado para el individuo.

Lee también

Aurelio Rojas, cardiólogo: “Aunque muchos creen que la creatina es solo para los deportistas, en realidad protege tus músculos, tu cerebro, tus huesos y tu energía”

Luna Ortiz
El descubrimiento abre una nueva línea de investigación sobre cómo ciertos compuestos en la dieta pueden afectar directamente al corazón.

Puede ser el dolor por un sueño roto, una oportunidad perdida, un amor que nunca prosperó, la infancia que no se tuvo o un futuro imaginado que se desvaneció ante la realidad. Este tipo de pérdida interna suele ser muy difícil de procesar porque no se ve y carece de validación para los otros, aunque genere un dolor emocional que puede ser abrumador.

Es un pesar por las posibilidades que nunca llegaron a materializarse y que, pese a su naturaleza intangible, pueden doler tanto como las pérdidas más concretas.

Grupo de duelo

Los grupos de duelo, espacios seguros y de confianza, permiten expresar lo que se siente

Getty Images

El mayor peso resulta no en lo que se perdió sino en lo que nunca se llegó a tener, de transitar un duelo por lo que nunca llegó a ser.

Los síntomas en estos casos pueden confundirse con los de otros trastornos emocionales: tristeza persistente, irritabilidad, rumiación sobre el pasado, insomnio, desmotivación o incluso síntomas depresivos. La diferencia es que aquí el foco no está en la pérdida concreta de algo presente, sino en haber renunciado a una posibilidad futura.

El cerebro humano no distingue entre realidad y posibilidad y cuando se fantasea con un proyecto futuro, se crea en nuestra mente una especie de “realidad alternativa” que con el tiempo se vuelve parte de nuestra identidad. Se siente, en consecuencia, una especie de vacío identitario en el cual ya no se sabe quién uno es sin ese proyecto.

La neurociencia constató que se activan las mismas áreas cerebrales que se encienden en un duelo por pérdidas reales: la amígdala, que procesa las emociones, y el córtex prefrontal medial, que intenta darle sentido a lo que pasó.

Mujer triste

Mujer triste

Getty Images

Desde el punto de vista psicológico, este tipo de duelo implica atravesar las mismas cinco fases que describió Elisabeth Kübler-Ross para las pérdidas por la muerte: negación (“todavía hay tiempo, en algún momento lo haré”), ira (“es injusto que no haya podido lograrlo”), negociación (“si me esfuerzo el doble quizás lo logre”), tristeza y, finalmente, aceptación.

Es importante subrayar que este tipo de duelo no implica una resignación pasiva. Al contrario, una vez aceptado y elaborado puede abrir la posibilidad para crear nuevas metas más realistas y ajustadas al presente. Se trata de pasar del lamentar “lo que debería haber sido” a un presente enfocado hacia “lo que puedo y quiero que sea ahora”.

Lee también

El duelo por los planes que no fueron es una experiencia común, aunque poco reconocida. Validarlo y elaborarlo no solo alivia el sufrimiento, sino que también fortalece la resiliencia psicológica.

Y, aunque el pasado no puede cambiarse, siempre es posible resignificarlo para construir un presente más pleno.

Sin duda, el mayor dolor puede no ser lo que se perdió sino creer que no vale la pena tener nuevos deseos. 

El duelo es el proceso de reconstrucción que permite seguir viviendo adaptándose sanamente a nuevas ilusiones y deseos, dejando atrás lo que no pudo ser.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...