La doctora Dawn Marie R. Davis define el colágeno como “una proteína del tejido de soporte de la piel que ayuda a darle firmeza y elasticidad. A medida que pierde colágeno con el tiempo, esto puede provocar flacidez y adelgazamiento de la piel, así como el desarrollo de arrugas, lo que hace que se vea más envejecido. Gran parte de la industria antienvejecimiento se centra en el mantenimiento o, con suerte, en la regeneración del colágeno”.
Este foco puede verse principalmente en farmacias, donde los botes de complementos de colágeno se multiplican con el paso de las semanas. Sin embargo, existe una forma más sana y popular de tomarlo: un buen caldo. Clave para la elaboración de sopas y platos de renombre mundial, como es el caso del ramen, un caldo hecho a base de huesos y carcasas animales puede aportarnos grandes cantidades de colágeno, como expone la experta en hormonas Marta León.
“El famoso caldo de huesos que se ha puesto súper de moda, pues sería como la manera de tomar colágeno líquido. Por ejemplo, una carcasa de pollo, que digamos sería sin tanta carne pero más como la estructura ósea del pollo. Esto que suele tener unos huesitos como más suavitos, más endebles, en muy poquito tiempo ya va sacando bastante colágeno. Entonces, una carcasa de pollo, a lo mejor con 45 minutos si tienes una olla a presión, ya te va a sacar una buena cantidad de colágeno”, contaba en el podcast A lo Grande con Marian Gamboa.
“O bien hueso de rodilla de ternera. Esta podría ser, si tengo un poquito más de tiempo, también es como la rodilla de ternera es grande, tiene más cantidad de colágeno, fantástico. Si queremos además, porque ya hemos cumplido los 40 o los 35, ya necesitamos un poquito más de colágeno, para hacerlo un poquito más rico, algo que puede ser muy buena idea es cuando tengo el agua fría añadir… Añado los huesos, ¿no? Pongo el fuego. Añadir un chorrito de vinagre de manzana”, sumaba.
Caldo de huesos
Vida líquida
“Cuando añado un chorrito de vinagre de manzana, lo que estoy haciendo es hacer que la olla, digamos, o que el caldo sea un poquito más ácido, sea un agua un poquito más ácida. Un agua ácida con calor, ¿qué es lo que va a hacer? Va a descalcificar más el hueso. ¿Y eso qué significa en nuestra sopa? Que nuestra sopa va a ser más rica en calcio”, concluía. El colágeno de farmacias también puede ser de utilidad si se distingue bien, como exponía la farmacéutica Elena Monje.
“Debe contener como mínimo 2,5 gramos al día, aunque lo ideal es de cinco a 10 gramos, dependiendo de su origen. No pienses que el primer día de tomarlo vas a ver cambios. La clave aquí es la constancia, así que de cuatro a ocho semanas empezarás a ver los resultados Asegúrate de que va acompañado de ingredientes adicionales que potencien su efecto, como la vitamina C, ácido hialurónico, zinc, cobre o astaxantina”, detallaba.


