¿Alguna vez has sentido que cuidar tu salud mental es un signo de debilidad? La pandemia no solo cambió nuestra rutina, también puso en evidencia una realidad a la que no le estábamos haciendo frente: los problemas de bienestar emocional afectan a toda la sociedad. Antes, ya había cambios, pero fue durante el confinamiento cuando estas dificultades se hicieron visibles para todos.
Danila De Stefano, psicóloga y fundadora de Unobravo, una plataforma de salud mental, recuerda que cuando creó la empresa (2019), hablar de estos temas aún era tabú. “La gente lo mantenía en privado o solo lo abordaba cuando las cosas iban muy mal. Afortunadamente, eso está cambiando”, cuenta en una entrevista para La Vanguardia.
Cada vez más personas reconocen que cuidar la mente es tan esencial como cuidar el cuerpo. Sin embargo, según un estudio realizado por Unobravo en 2025, el 51% de la población española sigue percibiendo la salud mental como un signo de debilidad, y el 28% considera que todavía es un tema tabú. “El estigma no ha desaparecido, solo se ha vuelto más sutil”, señala De Stefano.
Estigma y percepción de la salud mental: “La terapia no es señal de fragilidad”
¿Por qué nos cuesta tanto pedir ayuda psicológica frente a acudir al médico por un problema físico?
Porque el sufrimiento mental es invisible, y lo que no vemos, a veces no legitimamos. Solo el 18% de los españoles considera que se puede hablar abiertamente de problemas de salud mental. Todavía se escuchan comentarios como ‘’tienes que ser más fuerte’’ o ‘’la terapia es para locos’’, que invalidan emociones y desalientan a buscar ayuda, sobre todo en jóvenes.
La terapia no es señal de fragilidad; al contrario, es un acto de autoconciencia y fortaleza. Ir a terapia significa querer resolver un problema, no tenerlo. Crear un espacio seguro, aunque sea online, ayuda a superar esas barreras y dar el primer paso hacia la recuperación.
Joven hablando de sus problemas de salud mental
¿Qué obstáculos siguen existiendo para normalizar la terapia en España y Europa?
Hay barreras culturales y estructurales. Culturalmente, persiste el estigma: un tercio de los españoles sigue sintiendo que no se habla de salud mental, y muchos asocian la terapia con enfermedades graves, no con autocuidado. Además, en culturas latinas todavía hay un machismo residual que dificulta que los hombres expresen sus emociones libremente.
Estructuralmente, el acceso es desigual: solo el 10% de los españoles acude a terapia y un 30% nunca lo ha considerado. Los principales obstáculos son el coste y la falta de tiempo. Por ejemplo, nosotros trabajamos en ambas áreas: hacemos la terapia más asequible y flexible, y promovemos una narrativa que considera la salud mental un derecho, no un lujo.
¿Cómo combatir el estigma en la vida diaria?
El estigma sobrevive en el silencio, y la manera de derribarlo es visibilizando la conversación sobre salud mental. Los jóvenes son los más expuestos a comentarios que invalidan sus emociones, como ‘’todos tienen problemas’’ (67%) o ‘’ “estás dramatizando” (56%). Sin embargo, el 60% de los jóvenes de 20 a 24 años cree que la conversación pública va en la buena dirección. La educación emocional es clave: cuando aprendemos a nombrar y comprender nuestras emociones, también dejamos de juzgar a los demás.
Cuando retrasamos la atención: “El malestar emocional no desaparece solo con el tiempo”
¿La pandemia cambió la forma en que hablamos de salud mental?
Sí, la pandemia obligó a muchas personas a enfrentar sus emociones y convirtió la salud mental en un tema colectivo. Lo privado pasó a formar parte de la vida cotidiana: ansiedad, soledad, burnout. Pero también evidenció lo frágiles que son nuestros sistemas de apoyo. En España, las listas de espera y los recursos limitados dificultan el acceso a atención psicológica. Durante ese tiempo, vimos un aumento de la demanda de servicio psicológico, no solo porque la gente sufría, sino porque finalmente se permitió buscar ayuda. Fue un paso difícil, pero crucial para normalizar la terapia.
¿Qué consecuencias tiene retrasar la atención psicológica?
Retrasar la ayuda puede ser grave. El malestar emocional no desaparece solo con el tiempo, y afecta relaciones, trabajo y salud física. Solo uno de cada diez españoles recibe terapia, principalmente por barreras económicas y logísticas. Cuando se retrasa la atención, la prevención es imposible y el sufrimiento se cronifica. Por eso trabajamos para que la ayuda llegue rápido y de forma segura: la salud mental debe ser accesible cuando más se necesita.
Diferencias internacionales y acceso cultural: “Cada país tiene matices, pero los desafíos son similares”
¿Qué diferencias ve entre Italia, Francia y España en el enfoque de la salud mental?
Cada país tiene matices, pero los desafíos son similares: estigma, acceso limitado e inequidad. En España, la presión laboral y la falta de propósito afectan mucho a los jóvenes. Italia está evolucionando, pero la percepción de la terapia varía según la generación. Francia tiene conciencia institucional, pero el acceso sigue siendo un problema.
¿Qué importancia tiene acceder a terapia en tu idioma nativo?
El idioma es clave para pensar, sentir y conectar. Poder expresarte en tu lengua permite comunicar emociones sin filtros y recibir una atención más precisa. Muchos subestiman cómo el contexto cultural influye en nuestra mente. En Unobravo, quienes acceden a terapia en su idioma se implican más y continúan más tiempo. Por eso contamos con profesionales multilingües que acompañan a las personas donde estén, geográfica y emocionalmente. Entender comienza por ser comprendido.
La accesibilidad a terapia y una mirada a futuro: “La tecnología elimina barreras de distancia”
Psicología, terapeuta y manos de mujer en el sofá para asesoramiento
¿Ha ayudado la digitalización a romper el tabú de la terapia?
Sí, ha sido transformadora. La terapia es ahora más accesible, cómoda y menos intimidante, especialmente para jóvenes. En España, el 41% cree que la IA puede mejorar la terapia, lo que muestra confianza en la salud mental digital. La terapia online puede ser tan efectiva como la presencial cuando se hace bien. La tecnología elimina barreras de distancia, estigma y tiempo. No sustituye la empatía humana, sino que amplía el acceso para quienes tienen dificultades económicas o geográficas.
La OMS advierte que la depresión será una de las principales causas de discapacidad. ¿Estamos preparados?
Somos más conscientes, pero no lo suficiente. La depresión y la ansiedad son causas importantes de sufrimiento: el 27% de los españoles sufre ansiedad relacionada con el trabajo, y el 44% la ha experimentado al menos una vez. La salud mental no es solo un tema individual, es social y económico. Necesitamos más prevención, intervención temprana e integración entre sistemas públicos y digitales. La base sigue siendo combatir el estigma.
¿Qué mensaje daría a alguien que siente miedo de pedir ayuda?
Necesitar ayuda no es debilidad, es humano. Cada historia de alguien que pide ayuda inspira a otros. La terapia no consiste en “arreglarte”, sino en entenderte y crecer. El primer paso puede parecer pequeño, pero es el que cambia todo.




