En un mundo cada vez más marcado por la inmediatez y la necesidad de estar entretenidos constantemente, la transformación de los hábitos personales se ha convertido en uno de los retos más complicados de llevar a cabo para los que buscan mejorar su bienestar. De esto ha hablado en uno de sus últimos videos subidos a redes sociales el médico psiquiatra, Javier Quintero, destacando la importancia de comprender primero cómo se forman los hábitos y luego qué elementos son clave para conseguir cambiarlos.
Para cambiar de hábitos necesitas: conciencia, motivación y repetición
Javier Quintero ilustra el cambio de hábitos con un ejemplo muy sencillo pero que deja clara la dificultad que conlleva modificar patrones que ya tenemos arraigados: “Cruza los brazos. Y ahora cruzalos al revés. Es raro, ¿verdad? Al cruzar los brazos los cruzas como siempre, y al cruzarlos al revés estás cambiando un hábito y por eso es incómodo”. Con esta pequeña metáfora, el psiquiatra ilustra que la repetición en el tiempo de una acción es la razón por la que resulta tan complicado alterar conductas que se han integrado en nuestra rutina diaria.
Cambiar el brazo que cruzamos por encima es un hábito difícil de llevar a cabo
Otro ejemplo que pone el psiquiatra es el hecho de que muchas personas son conscientes de que determinadas acciones son perjudiciales como por ejemplo estar hasta tarde viendo el móvil o irse a dormir tarde, y aún así estas se convierten en hábitos por culpa de la repetición continuada en el tiempo. No obstante, el doctor Quintero insiste en que el cambio es posible si se persevera: “Y la buena noticia es que los hábitos se pueden cambiar. ¿Cómo? Necesitas tres cosas: Conciencia, motivación y repetición”.
Para Quintero, la clave está en aceptar la incomodidad inicial como parte del proceso. “Al principio, lo nuevo puede resultar incómodo, pero cada vez que eliges hacer algo positivo, por ejemplo, dejar el móvil y cambiarlo por un rato de lectura, tu cerebro está aprendiendo que ese es el nuevo hábito”. De esta manera, lo que hoy se percibe como un esfuerzo, mañana puede convertirse en una conducta automática y saludable, igual que ha pasado con los hábitos negativos que ya tenemos implementados en nuestra rutina.
“Lo que hoy puede resultar incómodo, mañana se va a sentir como algo natural y formará parte de tus hábitos de vida”, explica, destacando la importancia de la constancia durante el proceso y animando a sus seguidores a que lo intenten.
Se tarda unos 66 días en adquirir un nuevo hábito
La ciencia respalda estas afirmaciones. Investigaciones en psicología conductual, como el estudio realizado en 2009 por la University College London, señalan que la formación de un nuevo hábito requiere, de media, alrededor de 66 días de repetición constante.
Además, estudios en neuroplasticidad también han demostrado que el cerebro es capaz de reorganizar conexiones neuronales cuando se incorporan comportamientos nuevos y consistentes, especialmente cuando existe una motivación clara y sostenida.

