El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
Este aspecto es prioritario para aquellas personas que acaban de dar a luz a su primer hijo. Las madres primerizas experimentan uno de los cambios psicológicos más radicales a lo largo de nueve meses y los años posteriores, lo que acaba comportando una serie de dificultades que se arraigan en el cerebro. Patricia Ramírez, más conocida como Patri Psicóloga en redes sociales exponía, mediante un vídeo compartido en TikTok, la clave para no caer en una espiral de odio.
“¿Qué ocurre cuando la maternidad te sobrepasa? Bueno, pues hay muchas madres, imagino que también padres, que no se atreven a decirlo en voz alta. Mi bebé me saca de quicio. ¿Cómo puedo sentir rabia si es lo que más quiero en mi vida? No eres una mala madre, solo eres una madre agotada. Durante los primeros meses, el cerebro materno vive una sobrecarga brutal de falta de sueño, hormonas en caída libre, un ruido emocional, la visita...”, listaba.
“Adaptarse a la novedad, las nuevas rutinas, lo que dejas de hacer por dedicar tu tiempo a la maternidad. Es como tener 100 pestañas abiertas en la cabeza todo el día. Así que hoy te voy a dejar tres claves para poder sostenerte. Primero, nombra sin miedo lo que estás sintiendo. Decir estoy al límite no te hace débil, te hace consciente. Lo que no se nombra no existe y se enquista. Habla, pide ayuda, díselo a tu pareja, a tu madre, a tu médico”, aconsejaba.
Dejar que fluyan
“Segundo, no luches contra los pensamientos intrusivos. Aparecen precisamente porque te importa el bebé. Y sobre todo porque tienes fatiga mental. La clave está en no intentar borrarlos, sino reconocerlos. Este pensamiento no soy yo, es mi mente totalmente estresada, y déjalo pasar. Cuando puedas duerme y descansa como prioridad emocional. No es un lujo, es medicina. El sueño regula el sistema nervioso y reduce la irritabilidad”, insistía.
“Y recuerda, no necesitas ser una madre perfecta, sino una madre suficientemente descansada y acompañada. Si te sientes sobrepasada, no estás sola. La maternidad realmente se siente así a veces”, concluía.


