España es un país donde los platos de cuchara están a la orden del día, especialmente en invierno. Distintos puntos de la Península Ibérica cuentan con un guiso especial para los días de más frío: desde el cocido montañés de Cantabria hasta la escudella catalana. Esta tradición puede verse de forma paralela en países como Japón, donde platos como el ramen, con un caldo cocinado a fuego lento como protagonista, cuentan con millones de seguidores en todo el mundo.
Uno de los caldos más conocidos para esta elaboración es el de huesos, cada vez más popular alrededor del planeta gracias a su elevado nivel de colágeno. Sin embargo, este alimento también puede ser de gran utilidad para otros aspectos, como por ejemplo la regulación hormonal. El doctor Goosen López, microbiólogo de profesión, lo utilizaba como ejemplo para asegurar que la energía no solo viene de comer grandes cantidades de comida.
“Las fuentes más preciosas de colesterol de primera calidad son el caldo de huesos. Los huevos tienen idealmente que ser ecológicos. En tercer lugar, las vísceras, o sea, las vísceras de cualquier animalito, son absolutamente nutritivas. Y la magia de la nutrición es que no necesitas comer ingentes cantidades de estos alimentos para tener suficiente potencia nutricional y buena calidad hormonal”, exponía durante una entrevista en el podcast A lo grande, de Marian Gamboa.
Otra persona que alababa las cualidades del caldo de huesos es Marta León, especialista en el comportamiento hormonal: “El famoso caldo de huesos que se ha puesto súper de moda, pues sería como la manera de tomar colágeno líquido. Por ejemplo, una carcasa de pollo, que digamos sería sin tanta carne pero más como la estructura ósea del pollo. Esto que suele tener unos huesitos como más suavitos, más endebles, en muy poquito tiempo ya va sacando bastante colágeno.
El experto afirma que el caldo de huesos es uno de los mejores alimentos que podemos consumir
Poder líquido
“Entonces, una carcasa de pollo, a lo mejor con 45 minutos si tienes una olla a presión, ya te va a sacar una buena cantidad de colágeno. “O bien hueso de rodilla de ternera. Esta podría ser, si tengo un poquito más de tiempo, también es como la rodilla de ternera es grande, tiene más cantidad de colágeno, fantástico. Si queremos además, porque ya hemos cumplido los 40 o los 35, ya necesitamos un poquito más de colágeno, para hacerlo un poquito más rico, algo que puede ser muy buena idea es cuando tengo el agua fría añadir… Añado los huesos, ¿no? Pongo el fuego. Añadir un chorrito de vinagre de manzana”, sumaba.
“Cuando añado un chorrito de vinagre de manzana, lo que estoy haciendo es hacer que la olla, digamos, o que el caldo sea un poquito más ácido, sea un agua un poquito más ácida. Un agua ácida con calor, ¿qué es lo que va a hacer? Va a descalcificar más el hueso. ¿Y eso qué significa en nuestra sopa? Que nuestra sopa va a ser más rica en calcio”, concluía.


