Bienestar

Ruchi Bhuwania Lohia, nutricionista especializada en longevidad, destaca los beneficios del chocolate caliente: “Se trata de cacao puro, libre de azúcar y grasa”

Dulce beneficio

Taza de chocolate caliente.

Taza de chocolate caliente.

PARADORES / Europa Press

Dan Buettner, investigador especialista en longevidad y colaborador de National Geographic, destacaba en una entrevista los puntos clave de una vida larga y plena: “Las personas que viven hasta los 100 años, en promedio, consumen aproximadamente un 90% de alimentos integrales y de origen vegetal. Los cinco pilares de todas las dietas para la longevidad del mundo son los cereales integrales, el trigo, el maíz y el arroz, las verduras de hoja verde y, por supuesto, las hortalizas, que curiosamente todas contienen tubérculos”.

A lo largo de su vida, el también periodista ha tenido la oportunidad de estudiar las dietas y comportamientos de distintos lugares del mundo, como por ejemplo Okinawa, en Japón. Allí, el boniato morado se convirtió en un alimento esencial en la década de los 70, pero en la actualidad existen otros sabores que también nos ayudan a vivir más. Uno de ellos, sorprendentemente, es el del chocolate caliente en taza, aunque con algunas condiciones. Ruchi Bhuwania Lohia, nutricionista especializada en longevidad, se encargaba de contarlas a Men’s Health.

Jordi Roca probando cacao orgánico de la comunidad Ngäbe-Buglés de Panamá
Jordi Roca probando cacao orgánico de la comunidad Ngäbe-Buglés de PanamáFUNDACIÓN BBVA / Europa Press

“Los beneficios del chocolate caliente provienen de su contenido de cacao y de la calidad de sus granos. El chocolate caliente elaborado con cacao en polvo de alta calidad o el chocolate negro con más del 80% de cacao es rico en compuestos vegetales llamados flavonoles, que poseen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. El cacao de alta calidad también es una buena fuente de varios minerales, como magnesio, hierro, cobre, manganeso, potasio, fósforo, zinc y pequeñas cantidades de selenio”, expresaba.

Sin embargo, “no todos los chocolates calientes son iguales. El tipo más consumido suele ser el de chocolate con leche, bajo en cacao y alto en azúcar, lo que explica por qué se considera un capricho en lugar de una bebida saludable”. Con estas pautas, la investigadora describió la opción más ideal: “En primer lugar está el chocolate caliente hecho con cacao en polvo crudo o cacao en polvo sin azúcar de alta calidad, mínimamente procesado. Se trata esencialmente de cacao puro, a veces 100%, lo que lo hace rico en flavonoides y minerales, y libre de azúcar y grasa”.

Así son las pepitas de cacao cortadas por la mitad, ya secas, pero sin tostar
Así son las pepitas de cacao cortadas por la mitad, ya secas, pero sin tostarCortesía de Cacao Trace- Puratos

Un antiestrés excelente

Otra alternativa es el chocolate negro con un 80% o más de cacao, que aporta “aporta flavonoides y minerales beneficiosos” pero contiene una mínima cantidad de azúcar y grasa. “También es recomendable evitar los sobres instantáneos o las mezclas ultraprocesadas de chocolate caliente, que suelen estar cargadas de azúcar, rellenos, aditivos y saborizantes artificiales”, añadía, apoyándose en un estudio de Food & Function, según el cual el cacao alto en flavonoides reduce los problemas cardíacos vinculados con el estrés.

“Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, una ingesta diaria de 200 mg de flavonoides del cacao se asocia con beneficios consistentes para la salud, en particular para la salud vascular. En la práctica, alcanzar una ingesta de 200 mg de flavonoides equivale a unos 2,5 g de cacao en polvo con alto contenido en flavonoides, lo que equivale aproximadamente a una cucharadita colmada. Las raciones abundantes con azúcar añadido, nubes o siropes pueden llevar la ingesta de calorías y azúcares más allá de los límites saludables, aumentando el riesgo de obesidad, resistencia a la insulina y mala salud bucodental”, advertía.