La fruta es deliciosa, pero sus manchas... no tanto. Así arranca uno de los últimos vídeos de Begoña Pérez, más conocida en redes como La Ordenatriz, quien se ha ganado una legión de seguidores a golpe de consejos domésticos eficaces, honestos y con un punto de humor. Esta vez, su objetivo son las temidas manchas de fruta, esas que, como ella misma dice, “¡a veces parecen radioactivas!”.
Agua oxigenada y precisión suiza
El truco de ‘La Ordenatriz’ exige seguir el proceso al milímetro: tiempo justo, producto fresco y nada de luz solar directa
La clave, asegura, está en un producto que todos tenemos en casa: agua oxigenada combinada con bicarbonato sódico. Pero no vale cualquiera. “El agua oxigenada que no lleve mucho tiempo abierta, pierde eficacia”, advierte. Es decir, si lleva semanas dando vueltas en el botiquín, mejor abrir una nueva.
Después, el procedimiento exige precisión. “Ponte alarma y a los 30 minutos echa a lavar”, indica tajante. Porque, según explica, el tiempo es crucial para evitar que la prenda —sobre todo si es de color— se deteriore: “Si no respetas este tiempo, se lo podría comer un poquito”. ¿Y si es una prenda blanca? En ese caso se puede alargar el tratamiento hasta una hora.
Otro detalle importante es evitar la luz directa: “Que no le dé el sol (ni demasiada luminosidad) cuando esté con el agua oxigenada”, señala, dejando claro que los trucos caseros también tienen su ciencia.
Y si la fruta culpable es una fresa —la más traicionera de todas, sobre todo en ropa infantil—, La Ordenatriz recomienda un plan B: “Poner en agua muy caliente y esperar con paciencia. ¡Es alucinante ver cómo va desapareciendo!”.
Como broche final, Pérez lanza un mensaje que conecta con muchas familias en la etapa más pegajosa de la crianza: “Espero haberte ayudado, y mucho ánimo a las mamás que estáis empezando con la fruta de vuestros peques, ¡es un reto diario!”.
En definitiva, un truco sencillo, económico y —si se sigue al pie de la letra— muy efectivo. Y es que, cuando habla La Ordenatriz, lo doméstico se vuelve ciencia… con bicarbonato incluido.