En los últimos años, las marcas de moda de lujo han diversificado su actividad, ampliando su oferta más allá de los ámbitos tradicionales moviéndose hacia el sector de la hospitalidad. Hoteles, restaurantes y cafeterías con los que atraer a una clientela selecta para ofrecerles una experiencia gastronómica única. Entre los ejemplos de esto se incluye las marcas de lujo italiana Armani, que posee 23 establecimientos distribuidos en cuatro continentes. El último en abrir sus puertas fue un Armani Ristorante en Nueva York el pasado 3 de diciembre.
En Madison Avenue, entre las calles 65 y 66, en pleno Upper East Side, el edificio Armani se ubica en el barrio más exclusivo de Manhattan donde viven lo más florido de la ciudad. Dentro se encuentra el Armani/Ristorante se ha convertido en una extensión del estilo característico del diseñador con una imagen que combina comodidad, funcionalidad y elegancia.
El edificio Armani se ubica en el barrio más exclusivo de Manhattan
Giorgio Armani este enero en Italia E/EPA/DANIEL DAL ZENNARO
Son 379 metros cuadrados con un interior de diseño mezclado con el encanto retro, con muebles de líneas suaves y detalles de madera de eucalipto. El suelo está cubierto de losas de mármol con bordes de metal color champán, mientras que un techo es de abedul pulido y en las paredes de paneles verde oscuro cuelgan espejos que nos recuerdan el lujo de los años treinta. La lámparas Miya y Hope de la casa le dan el encanto final.
Al entrar, el punto focal es una llamativa escalera curva con barandilla de metacrilato. En la planta inferior, a la izquierda hay un comedor principal con luz natural que se filtra a través de grandes ventanales que dan a Madison Avenue. A la derecha se encuentra un acogedor bar de con cinco asientos perfecto para el aperitivo de la tarde y un segundo comedor más privado ubicado.
Algunos objetos personales del diseñador se exhiben como decoración
En el entrepiso, hay una sala para 40 comensales ofrece vistas al piso inferior, y sirve como área para cenas, celebraciones y recepciones más íntimas. Una impresionante vitrina de vino de cristal muestra más de 400 increíbles botellas. Además, en esta sala se exhibe una colección de libros, novedades y objetos de la vida, los viajes y las experiencias del diseñador que amplían la sensación personal del espacio.
En sintonía con el gusto y la expresión del estilo Armani, la cocina italiana sencilla pero sofisticada que se combina con los sabores de Nueva York y una presentación elegante y minimalista. Sirve un menú de almuerzo de dos, tres o cuatro platos y un menú de cena a la carta en el que se encuentran platos como canelones genoveses con parmesano y kale crujiente o risotto con hongos, además se incluyen licores e influencias italianas, pero también cócteles neoyorquinos.
Tartare de azafrán y médula
“Nueva York es la metrópolis de la reinvención constante. Más vital y frenética que nunca, siempre apunta a nuevos modelos de vida, estilo y sociabilidad. Mi paso por esta ciudad siempre ha sido significativo y ha marcado momentos clave en mi carrera” Giorgio Armani.
