Ana de Armas está atravesando uno de sus mejores momentos tanto a nivel personal como profesional. Hace unos días, la revista ¡Hola! confirmaba que la protagonista de Blonde tiene una relación con Manuel Anido, hijastro del presidente cubano Miguel Díaz-Canel.
Una nueva relación para la actriz, que acaba de presentar su nueva película Ballerina, el spin-off de la saga John Wick donde vuelve a coincidir con Keanu Reeves, con quien hizo su primera película en Hollywood. “Ya había trabajado con él antes y ha sido una reunión mágica. Cuando le conocí yo no hablaba inglés y haber podido conversar ahora es genial. Es una de las mejores personas que puedes tener en el rodaje”, explicaba Ana en la Comic Con Experience de São Paulo.
El equipo del filme viajaba a Brasil para hablar sobre este proyecto que también cuenta con la participación de Norman Reedus, Len Wiseman, e Ian McShane y que llegará a los cines el próximo mes de junio. “Tuve que entrenar durante cuatro meses, trabajar las coreografías y practicar con las armas hasta sentirme cómoda”, afirmaba la actriz sobre su trabajo.
Tuve que entrenar durante cuatro meses, trabajar las coreografías y practicar con las armas hasta sentirme cómoda"
Para el evento, la hispanocubana optaba por un diseño con transparencias en un sofisticado azul noche, demostrando así que hay alternativa al clásico e infalible negro. En esta ocasión, de Armas no recurría a una de las piezas de Louis Vuitton, sino que se decantaba por una de Proenza Schouler.
Ana estaba radiante con una prenda que parecía un dos en una, puesto que tenía un vestido con tirantes anchos y escote pronunciado y, por encima, otro diseño transparente de manga larga y también escote pico que además incorporaba unos fruncidos en la parte del abdomen para estilizar la figura.
De esta manera, la actriz se atrevía con las transparencias de moda pero sin enseñar demasiado. Una elección de su estilista Samantha McMillen que llevaba con unos salones negros con un altísimo tacón y joyas doradas.
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