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Gilda Ambrosio y Giorgia Tordini, el dúo creativo de The Attico que explota el estilo ‘disco’

Moda

Con motivo de la apertura de la primera tienda  en Eivissa, hablamos sobre cómo su imaginario se ha expandido más allá de la noche y toma forma física sin perder un ápice de deseo

Giorgia Tordini y Gilda Ambrosio creadoras de The Attico

Hugo Compte

Hace casi una década, Giorgia Tordini y Gilda Ambrosio irrumpieron en la industria con una propuesta que parecía tan improbable como inevitable: The Attico, una marca nacida de lentejuelas, minivestidos y tacones altísimos, que logró redefinir la noche sin caer en el disfraz ni en la nostalgia. Su estética, que evoca a diosas del pasado como Cher en su era Bob Mackie o Bianca Jagger en Studio 54, ha crecido con ellas, sin perder el brillo. 

Hoy, ese universo de glamour maximalista convive con siluetas más funcionales y técnicas, pensadas para una mujer que sigue soñando, pero también pisa firme. Porque The Attico, como ellas, ha aprendido a habitar la fantasía en la vida real. Esa evolución toma forma por primera vez en el mundo físico con su nueva tienda en Eivissa, un espacio íntimo que condensa su imaginario entre prendas de playa, ónix y mármol.

The Attico, como ellas, ha aprendido a habitar la fantasía en la vida real

The Attico en su 'fashion show 25'

Cortesía de The Attico 

¿Cómo han aprendido a proteger su amistad dentro de una estructura empresarial?

Giorgia Tordini: Todo está muy entrelazado. Cuando lanzamos The Attico, no nos conocíamos tanto. Teníamos trayectorias similares y amigos en común, pero fue trabajando juntas como realmente construimos nuestro vínculo, aprendiendo a escucharnos y a tomar decisiones compartidas desde la confianza. La amistad creció junto con la marca. Con el tiempo, aprendimos a respetar ciertos límites y a saber cuándo pasar del plano emocional al estratégico.

Si comparan a las mujeres que eran al fundar The Attico con quienes son hoy, ¿qué ha cambiado más en ustedes?

G.T.: Éramos valientes, incluso un poco ingenuas, y esa falta de miedo nos impulsó. Hoy seguimos siendo audaces, pero con más perspectiva. Hemos aprendido a confiar en la intuición, a liderar con claridad. Hemos crecido también como diseñadoras y como mujeres, aprendiendo a asumir más responsabilidades y a encontrar propósito incluso en las decisiones más pequeñas.

Modelo en el 'shooting' para el 'fashion show 25'

Cortesía The Attico

El lujo suele definirse por la herencia. Ustedes partieron de cero. ¿Eso ha sido una libertad o una carga?

Gilda Ambrosio: Una libertad total. No tener un legado nos permitió crear algo personal, sin restricciones. Pudimos definir nuestros propios códigos, moldear una marca que evoluciona con nosotras y habla del presente

¿Se sienten parte del renacer de la moda italiana o están contando otra historia?

G.T.: Nos inspira el glamour y la artesanía italianos, pero nunca desde la nostalgia. Siempre quisimos crear algo nuevo, atemporal y contemporáneo. The Attico no mira hacia atrás, sino hacia adentro.

Modelo de The Attico para su 'fashion show 25'

Cortesía The Attico

The Attico habla el lenguaje del deseo, pero hoy incluyen piezas más funcionales. ¿Cómo negocian esa tensión entre la fantasía y lo cotidiano?

G.A.: Nuestra mujer ha crecido con nosotras. Sigue soñando, pero también quiere piezas que se adapten a su día a día. Nunca hemos querido renunciar al drama y la sensualidad, pero ahora los reinterpretamos desde la versatilidad, sin perder la fuerza visual ni la intención escultural que define nuestras piezas. Eso también es una forma de empoderamiento.

La renovación no es una ruptura, es una evolución”

Gilda AmbrosioCofundadora de The Attico

Han construido una estética reconocible. ¿Temen caer en la repetición?

G.A.: Solo si dejas de observar. Nos inspiran el diseño, la música, el arte, la cultura visual. The Attico tiene un ADN fuerte, pero fluido. Eso nos permite experimentar sin perder autenticidad. La renovación no es una ruptura, es una evolución.

¿Sienten presión por vestir en clave The Attico?

G.T.: No, es un privilegio habitar el universo que hemos creado. Gilda es más ecléctica, yo más minimalista. A veces coincidimos con la estética de la marca, otras veces simplemente somos nosotras mismas. Y eso también la define. Diseñar para mujeres, siendo mujeres, nos permite entender los matices, las contradicciones, los deseos.

Nueva tienda de The Attico en Eivissa, vista desde el exterior

Cortesía The Attico

¿Hay tensión entre ser la imagen y las arquitectas de la marca?

G.T.: Es un reto, pero no un conflicto. Ser tanto la cara como la mente de The Attico nos da una visión completa. No interpretamos un papel: vivimos lo que diseñamos. Por eso la marca se siente real.

¿El éxito ha traído claridad o más ruido?

G.T.: Ambas cosas. Claridad sobre lo esencial, pero también más presión, más ruido externo, más expectativas. Lo importante es seguir la intuición y rodearte de personas que compartan y protejan tu visión.

Lo importante es seguir la intuición y rodearte de personas que compartan y protejan tu visión”

Giorgina Tordini

Han elegido Eivissa para su primera tienda. ¿Qué representa ese lugar para ustedes?

G.T.: Eivissa es hogar. Vamos desde hace años y sentimos una conexión real con su energía. Es un lugar de calma y libertad, donde el estilo es espontáneo y expresivo. Era el sitio natural para abrir nuestra primera tienda.

¿Qué significa traducir su universo visual a un espacio físico?

G.A.: The Attico siempre fue más que una marca: es un estilo de vida. La tienda de Eivissa se siente más como una habitación que como una tienda. Íntima, emocional, curada. Cada espacio que abramos será una estancia distinta de nuestro imaginario apartamento Attico. 

Queremos que quien entre se sienta inmerso en nuestro estado de ánimo: seductor, un poco surrealista, pero siempre acogedor. Una experiencia que no replica el hogar, sino que lo reinventa desde la emoción.