El sol ha sido desde la antigüedad nuestro reloj diario, y la luna, estrellas y las constelaciones, nuestro calendario. La observación de su rotación puso las bases del desarrollo de instrumentos de medición del tiempo, y así, guiados por los cuerpos celestes, aparecieron los primeros relojes de sol y de agua, les siguieron los mecánicos y, con los siglos, las piezas sumamente complicadas que son los calendarios perpetuos. Esa ha sido, por encima de tourbillones y otros ingenios, la gran obsesión de los relojeros de todos los tiempos, y en especial la de los maestros de Audemars Piguet que desde 1875 trabajan la complicación intensamente para acercarnos al universo y sus ritmos cíclicos.
“Los relojes con calendario evolucionaron a lo largo del tiempo para capturar los ciclos de los cuerpos celestes con una combinación de pequeñas levas y engranajes, y el perpetuo es uno de los más complejos de esta categoría”, explica Sébastian Vivas, director de patrimonio y museo de Audemars Piguet, que recuerda que “es como un pequeño ordenador mecánico en la muñeca capaz de indicar la fecha correcta durante todo un siglo”. ¡Un siglo!

Royal Oak de 38mm integra los calibres 7136 y 7138
Ahora la manufactura suiza que hace cantar a Mark Ronson y Raye y a Bad Bunny y Rosalía y que enamora a artistas plásticos y a futbolistas y coleccionistas por igual acaba de lanzar su no va más. Como continuación de las celebraciones de su 150.º aniversario, presenta tres nuevos modelos con calendario perpetuo de dimensiones reducidas, dentro de las colecciones Royal Oak y Code 11.59 by Audemars Piguet. Tras el lanzamiento a principios de este año de tres referencias astronómicas que redefinieron los estándares ergonómicos, estos últimos modelos presentan por primera vez esta poética complicación en un diámetro de 38 mm.
Equipados con el nuevo calibre 7136 y el recientemente presentado calibre 7138, ambos protegidos por cinco patentes, están disponibles en oro rosa de 18 quilates o acero inoxidable. Es, explica Lucas Raggi, director de investigación y desarrollo de la manufactura, una forma de “compartir la pasión por la relojería con el mayor número de personas posible sin importar la edad o el género”. Y resulta una confirmación de la tendencia de los últimos tiempos de restar contorno a los relojes y complicar todavía más las complicaciones, puesto que los mecanismos deben adaptarse a entornos más pequeños. Un reto más que se salda con éxito con los calibres 7136 y 7138 integrados en las nuevas cajas de 38 mm. Es el no va más, puesto que los mecanismos se basan en las innovaciones patentadas del calibre 5133, lanzado en el 2018 en el Royal Oak Automático Calendario Perpetuo Ultrafino RD, que es el reloj que ha revolucionado la industria al integrar todas las funciones del calendario perpetuo en un solo nivel dentro del movimiento. Con el control, todo, concentrado en la corona.