Loading...

Patricia Pardo, periodista, 41 años: “No tenemos que estar siempre jóvenes y resplandecientes, es necesario hacer ese ejercicio de: estas son mis arrugas y esta es mi carrera que me avala”

ENTREVISTA 

La periodista y presentadora de televisión gallega se ha consagrado al frente de la gran pantalla tras 15 años en directo

“Estoy dispuesta a darlo todo. Llevo mucho tiempo demostrando lealtad y profesionalidad y estoy muy agradecida”, dice

Patricia Pardo

“Bienvenidos a 'Vamos a ver', este programa lo marca la actualidad”. Así se presenta Patricia Pardo (Santiago de Compostela, 1983) en pantalla, con su carácter claro y sin rodeos, una voz fresca que sabe cómo conectar con las historias que se esconden tras cada noticia. Desde su inicio en los medios hasta su consolidación como figura de referencia en el periodismo televisivo, Patricia ha sido un ejemplo de cómo la perseverancia y el trabajo constante pueden abrir puertas. Pero por encima de todo, Patricia sabe que la esencia de su éxito radica en algo simple y fundamental: escuchar.

Como periodista y presentadora, ha tejido una carrera sólida y marcada por la cercanía, el rigor y una mirada curiosa hacia el mundo. Su presencia en el plató transmite una mezcla de confianza y autenticidad, capaz de hacer sentir a cada uno de sus interlocutores como si estuviera conversando con una amiga de toda la vida. Patricia no solo se ha ganado el cariño del público, sino también el respeto en un medio en el que la competencia es feroz, siempre manteniendo su propio estilo.

Si tú haces un trabajo periodístico con rigor, con prudencia y con respeto, tú no tienes por qué transmitir morbo

Patricia PardoPeriodista y presentadora

¿Cómo recuerdas tus inicios y qué destacarías? 

Al principio me interesaba mucho la radio, fíjate, e hice el máster del CES sobre todo para perfilar más el tema de la locución, pero al final las prácticas del máster me llevaron al mundo de la televisión. Recuerdo querer trabajar lo antes posible, no quería ser una carga para mis padres, y estaba obsesionada con conseguir un contrato lo antes posible, pero me explicaron que era más sencillo hacer prácticas. Me cogieron en ONO, para hacer prácticas en Corazón, y es verdad que no me ilusionaba, tenía muchos prejuicios, no por otra cosa, porque al final el proceso periodístico, las guardias y el rigor es el mismo. Después me dieron la oportunidad de presentar, como becaria, y al final me cogieron para una sustitución. Ahí cogí muchas tablas y el director me llevó a Antena 3, mi primera vez en un medio nacional. Luego pasé a Telecinco, a 'Está Pasando', y después comencé mi etapa como reportera. 

¿Fue dura esa etapa? 

Estaba todo el día con la maleta recorriendo España. Libraba solo los sábados, lo justo para poner una lavadora porque el domingo volvía a viajar. Fue ahí donde me curtí, donde más aprendí el oficio, porque donde está la noticia es ahí, a pie de calle, me curtí mucho, mucho. Después volví a Telecinco, en el Buscador de Historias y Vuélveme loca, luego a Antena 3 un tiempo cortito y luego con Ana Rosa, al final me cogieron y ya son 15 años. Hay mucho sacrificio detrás, mucho esfuerzo y perseverancia, y no me quiero restar méritos porque me ha costado mucho. Nadie me ha regalado nada y he dejado muchas cosas por el camino.

Patricia Pardo

La actualidad en Ana Rosa siempre ha sido durísima, con temas muy exigentes y una competitividad bestial, sobre todo con Espejo Público y Antena 3. Eso lo sufrí mucho al principio, pero también aprendí muchísimo. Mis hitos fundamentales han sido empezar como reportera en actualidad, luego dar el salto a colaborar en plató, y finalmente asumir las sustituciones de verano de Ana Rosa, que es donde realmente te curtes. Al principio da vértigo, pero te da muchas tablas. Llevo ya muchos años rodeado de los mejores, tanto colaboradores como presentadores. Para mí, gente como Maxím o Joaquín han sido maestros, y he aprendido muchísimo de ellos.

¿Te has enfrentado alguna vez a un desafío profesional que te haya hecho cuestionar tu carrera?

Sí, sobre todo cuando era reportera. A mí me cuestan mucho los temas con niños, ya antes de ser madre me pasaba, también las personas especialmente vulnerables. Recuerdo tener que cubrir el funeral de un niño que se murió muy chiquitín en Torredembarra, ir al tanatorio y pasarlo fatal. Hay que entender que no es morbo, para nada, el morbo reside en los ojos de la persona que lo ve así. Si tú haces un trabajo periodístico con rigor, con prudencia y con respeto, tú no tienes por qué transmitir morbo. Tú simplemente transmites información, que es de lo que se trata, eres simplemente el vehículo y tienes que hacerlo con precisión. Pero si he tenido ese conflicto interno y me he cuestionado: Oye, ¿qué hago aquí o por qué? 

¿Qué habilidades debe tener un periodista? 

Es fundamental empatizar, ponerse en la piel de la persona, entender que nosotros nunca somos los protagonistas, hay personas que lloran muy bien y otros que lo hacemos fatal, a mí se me corta la voz y no puedo seguir hablando, por eso tienes que poner toda tu energía en que se entienda la noticia. También controlar mucho la información, utilizar un lenguaje sencillo, y ayudar a los entrevistados.

No tenemos que estar siempre jóvenes, resplandecientes y sin arrugas

Patricia Pardo Periodista y presentadora

En estos 15 años, ¿has sentido que como mujer tu trabajo ha sido cuestionado? 

Sí, sin duda, ¿para qué te voy a engañar? Estamos muy cuestionadas, pero no solo por los hombres, también por las mujeres. Ojo, que es verdad que a veces hay una falsa sororidad entre nosotras y se nos cuestiona muchísimo. Se nos ponen muchas piedras en el camino y muchas zancadillas, muchas veces muy injustamente. Me gustaría no tener que decirlo, pero quizás hubiese llegado más lejos, más alto o más rápido, si hubiese sido un hombre. Y esa es la realidad, lo siento, pero es cierto. A veces nos cuestionamos nosotras mismas pensando: igual no debería llevar este escote porque es un tema sensible, quizá esta falda es corta… Un hombre no se cuestiona si lleva una camisa azul o amarilla. Creo que es un camino más complicado, más pedregoso, en el caso de las mujeres que de los hombres, incuestionablemente. 

A veces, incluso, somos nosotras nuestras peores enemigas…

No te quepa duda, sí. Porque fíjate, con el tema del edadismo, que ahora está muy de moda hablar de ello, hay muchas veces que juega contra la persona que ya tiene una edad, más que la persona joven. A lo mejor alguien no se atreve a decir la edad que tiene o se esfuerza todo el día por tener una imagen muy joven, cuando no es necesario. No tenemos que estar siempre jóvenes, resplandecientes y sin arrugas, creo que también es necesario hacer ese ejercicio de: oiga, tengo no sé cuántos años, estás son mis arrugas y esta es mi carrera que me avala. Creo que en esto las mujeres tenemos que hacer una reflexión y ver si somos justas las unas con las otras, no siempre lo somos. 

La actualidad en Ana Rosa siempre ha sido durísima, con temas muy exigentes y una competitividad bestial

Patricia PardoPeriodista y presentadora

No debemos ver a las que vienen detrás como rivales que te quieren pisar, todo lo contrario, creo que es nuestro deber y nuestra obligación como mujeres y como profesionales, tenderles la mano a las que vienen y no hacérselo más difícil.

Debe ser difícil exponerse delante de una cámara, ¿cómo logras equilibrar esa presión con tu vida personal?

Ahora mismo, el formato magazine en el que estoy, exige más exposición e implicarte más en los temas. Antes no era tan necesario, digamos que había más objetividad o neutralidad, pero el público demanda mayor implicación por parte de los presentadores. Me gusta y, de hecho, reconozco que muchas veces me cuesta no hacer una reflexión en directo o no implicarme. Pero eso también tiene consecuencias, no hay día que no te critiquen, qué ojo las críticas positivas y constructivas ayudan, todo el mundo puede opinar y estamos para aprender, pero no cuando es criticar por criticar. No es justo, ¿sabes? La exposición profesional la llevo bien, pero cuando es sobre mi vida, sobre todo fuera de mi voluntad, no. 

No eliges ser un personaje, yo no quería, pero no me ha quedado más remedio. Una cosa es dar una entrevista personal en la que yo puedo contar pinceladas de mi vida, y otra cosa es vender mi intimidad. Es algo en lo que no quiero entrar, me quiero mantener al margen. Entiendo el trabajo de mis compañeros, estamos ahí para informar siempre, pero cuando hay niños de por medio me da pudor, mucho miedo y respeto, ellos no tienen por qué pasar por esto y es muy difícil hacerle entender a un niño por qué te hacen una foto. Mis dos hijas mayores saben quienes somos, son conscientes, y hemos tenido que hacer un trabajo con ellas para que entiendan la profesión y que nunca les va a pasar nada porque están protegidas por ley. 

Para mí, gente como Maxím o Joaquín han sido maestros, y he aprendido muchísimo de ellos

Patricia PardoPeriodista y presentadora

A veces me encantaría subir una foto con ellas, pero pienso: ¿para pixelar la cara o solo enseñar un brazo? No lleva a nada, nada positivo para ellos.

¿La maternidad ha cambiado también tu enfoque hacia el trabajo?

Me cambió la visión sobre cómo llevar un tema o cómo ponerme en la piel de una víctima, pero también a nivel de prioridades. Para mí, lo fundamental es mi familia y si no tengo una familia bien situada, protegida, a cobijo y a resguardo, no merece la pena trabajar.

¿Has aprendido a poner límites?

Totalmente. El mensaje que quiero transmitir en los últimos tiempos es que el que calla no otorga. Callas porque no quieres entrar en guerras, porque no tienes porqué dar explicaciones, porque no has hecho nada malo en tu vida o porque simplemente no quieres entrar en ese juego. Yo respeto, de verdad, además en el programa hacemos Corazón, que es formidable y estamos muy agradecidos de que haya personas que quieran tener esa generosidad de mostrarnos su vida o de venderla. Me parece estupendo y todo es respetable, pero no es mi caso. Hay veces que por el hecho de no entrar, o de no contestar, o de no dar una entrevista hasta donde ciertas personas quieren que llegues, te están tachando de una cosa o te ponen una etiqueta. Y no me gustaría que fuese así. No quiero hablar de según qué facetas de mi vida íntima o dar más explicaciones de la cuenta porque no le competen a nadie más que a mí y a mi familia.

Patricia Pardo y Ana Rosa Quintana

Mediaset

¿Tienes alguna rutina para evadirte del trabajo y la exposición?

Te prometo que después de un día de trabajo salgo a la calle y me olvido. Entre los deberes, el uniforme del día siguiente, exámenes, la merienda… Tener hijos es como tener otro trabajo. Por la tarde me mandan la escaleta del día siguiente y le dedico su tiempo, pero no tengo una rutina como tal. Me cuido mucho, soy anti azúcar, creo que deberíamos eliminarlo totalmente, obviamente disfruto del Roscón de Reyes, de una tarta de cumpleaños… pero moderado. También es importante porque los niños copian nuestros hábitos. Antes era más disciplinada, ahora sí que tres o cuatro días a la semana hago sentadillas.

¿Qué aspiraciones de futuro tienes dentro del mundo de la televisión? ¿Algún proyecto o sueño? 

Bueno, sueños, todos. Tengo toda la ilusión, toda la energía, y yo pongo el foco todos los días en remar a favor, pero también de abrir horizontes y tener una carrera más grande. Estoy muy, muy, muy agradecida, porque llevo 15 años todos los días en directo y mantenerse no es fácil, pero sí me gustaría el día de mañana que me den una oportunidad de tener un programa. La ciencia me apasiona, es quizás una asignatura pendiente en televisión, creo que es necesario mandar ese mensaje al público, hablar sobre los avances de la tecnología y avances a nivel médico. Estoy dispuesta a darlo todo. Llevo mucho tiempo demostrando lealtad y profesionalidad y estoy muy agradecida, sobre todo el público, porque yo creo que el público sabe de sobra quién se esfuerza y luego lo premian. Parece que no, pero al final lo que te salva es el trabajo.