Karlos Arguiñano es, probablemente, el chef más reconocido de toda España. Durante más de 35 años ha aparecido ininterrumpidamente en televisión, cada mañana y cada tarde, dispuesto a presentar recetas con las que comer “rico rico, y con fundamento”. Una auténtica eminencia gastronómica y una de sus caras más amables, siempre con una sonrisa relajada en el rostro y sus máscaras preparadas para pasar un buen rato.
Con cerca de cuatro décadas a sus espaldas en la industria, a menudo surgen cuestiones sobre sus rutinas, cómo se mantiene al pie del cañón durante un período tan longevo de tiempo. El propio Arguiñano ha dado la clave en persona, durante una entrevista concedida al Diario de Sevilla. Más allá de la dieta mediterránea, la actividad física es la principal clave.
Karlos Arguiñano
“Para controlar el peso en la báscula, camino muchísimo todos los días. Hago 10 kilómetros cada día y sin escuchar música ni nada, solo ando y da igual el tiempo que haga”, comentaba el vasco. Una actividad, la caminata diaria, que aun sin ser en las distancias que cubre Arguiñano puede traducirse en grandes beneficios para la salud. Con tan solo 30 minutos diarios se puede mejorar la circulación de la sangre y reducir los niveles de colesterol malo.
Otra llamativa pregunta que siempre ha ocupado la cabeza de muchos es sobre su propia comida: ¿qué ocurre con la comida que prepara en los rodajes, una vez las cámaras dejan de filmar? El cocinero resolvió esa duda en las redes sociales de Atresmedia, cuando Cristina Pardo le preguntó al respecto en Liarla Pardo: “Hay una leyenda urbana que dice que cuando terminas de cocinar los trabajadores se comen la comida que haces”.
Karlos Arguiñano
Comida para todos
“No es una leyenda urbana, es la verdad. Haces una cazuela y están todos oliendo. A partir de la una y media hay sonido de sables, de las cuchillas y los tenedores (…) Mucha gente me suele preguntar qué hacemos con todo lo que cocinamos. Pues, ¿qué os parece qué hacemos? ¿Habéis ido alguna vez a un Aquarium? ¿No les habéis visto a los peces cómo hacen? Pues aquí están todos así”, resolvía, confirmando que las recetas del programa eran menú para el cuerpo técnico.
“¿Qué hacemos con las comidas que preparamos? Pues aquí ya sabéis que no se tira nada chavales. Aquí se come todo, todo y rico, rico”, reiteraba. Arguiñano, desde sus inicios en la cocina y en televisión, ha tenido una especial predilección por las vistas, restaurantes y platos de su ciudad natal: Zarautz. Situada a 21 kilómetros de distancia de San Sebastián, es uno de los principales atractivos de la Costa Vasca y su extensa geografía.


