Su trabajo en ficciones tan reputadas como el mítico Cuéntame cómo pasó de TVE le han valido convertirse en uno de los rostros estrella de la industria de la interpretación patria. Imanol Arias, que en la noche de este martes visita El Hormiguero de Antena 3 con motivo del estreno de la obra Mejor no decirlo junto a María Barranco, vuelve a escena con una comedia sobre las verdades –y los silencios– de la vida en pareja. Pero no todo gira en torno a su carrera. Hay un lugar al norte de León que lleva su nombre en el recuerdo, aunque ya no exista tal como lo conoció.
Allí, entre montañas calizas y la confluencia de los ríos Esla y Yuso, se alzaba Riaño, el municipio donde vino al mundo un 26 de abril de 1956. Muchos no saben que el pueblo fue demolido por completo a finales de los ochenta para dar paso al embalse que hoy lo cubre. Las aguas no solo arrasaron con las casas, sino con una memoria colectiva que aún hoy lucha por no ser olvidada. A escasos metros del lugar donde se asentaba el viejo núcleo, se alza hoy el Nuevo Riaño, una población que ha sabido reconstruirse sin renunciar a su pasado.
Sepultado por el agua
El embalse que lo cambió todo: historia del Viejo y Nuevo Riaño
En julio de 1987, tras años de protestas, desalojos y expropiaciones forzosas, el antiguo Riaño fue derribado para levantar una de las mayores infraestructuras hidráulicas de la cuenca del Duero. Junto a él, otras ocho localidades desaparecieron también bajo el embalse. Según explica el Ayuntamiento en su página web oficial, “como consecuencia de la construcción del embalse y la destrucción del antiguo pueblo, el nuevo núcleo de población ha sabido dotarse de unas infraestructuras turísticas de primera clase”.
Lo que hoy conocemos como Riaño se construyó en el paraje de Valcayo, sobre una ladera con vistas al nuevo valle. El lugar, pese a su juventud administrativa, conserva símbolos de lo que fue. La Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, por ejemplo, fue trasladada piedra a piedra desde La Puerta. También se conserva la iglesia parroquial de Santa Águeda, construida con elementos rescatados de varios templos desaparecidos.

La Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, en Riaño.
Naturaleza y memoria
Un enclave con vistas, patrimonio y legado rural
Quien visite Riaño encontrará mucho más que un municipio reconstruido. El entorno natural de la Montaña Oriental Leonesa lo convierte en uno de los paisajes más espectaculares de la comunidad. El Paseo del Recuerdo, un puente de un kilómetro que bordea la orilla del embalse, rinde homenaje a los pueblos desaparecidos mediante paneles informativos y vistas panorámicas. Muy cerca se encuentra el conocido “banco más bonito de León”, un asiento de madera que se ha hecho viral por ofrecer una de las mejores vistas del norte peninsular.
El Ayuntamiento destaca que “Riaño cuenta en la actualidad con un patrimonio artístico digno de ser visitado”. Y no falta razón. El Museo Etnográfico Comarcal alberga unas 700 piezas que documentan la vida rural anterior al embalse. También pueden verse hórreos, chozos tradicionales y el Corro de Aluches, donde aún se celebra la lucha leonesa.

Vista panorámica del pueblo.
Hoy, Riaño es un pueblo de apenas 474 habitantes –según el último censo del INE–, pero en cada rincón de sus calles, plazas y senderos se percibe la convivencia entre la memoria y la reconstrucción. Y aunque el actor que lo vio nacer pasó su infancia en el País Vasco, sus raíces, como las de muchos, siguen clavadas en esa tierra sumergida bajo las aguas, donde un día se existió un pueblo que ya solo vive en los recuerdos.