Una caída durante el rodaje de una película en 2024 le obligó a detenerse y replantearse algo que había dado por hecho: la salud. Julianne Moore sufrió una lesión en la rodilla mientras repetía una secuencia de giros y caídas.
Acostumbrada a hacer escenas de acción sin problemas, pensaba que esa parte del cuerpo era indestructible. El accidente le demostró lo contrario y le recordó que el cuerpo no siempre responde como antes.
A partir de ese punto, empezó a hablar con más claridad sobre lo mucho que influye el cuidado físico en su vida diaria y en la manera en la que afronta su trabajo.
Cambio de perspectiva
La madurez le hizo ver la diferencia entre la despreocupación juvenil y la prudencia
En una entrevista con la revista People, la actriz reconoció que en la juventud apenas pensaba en su bienestar: “Cuando eres joven, no piensas demasiado en nada. Realmente sientes que eres invulnerable a todo”. Esa seguridad inicial se transformó con los años, hasta darle un valor distinto a cada etapa. Según explicó, “cuanta más vida acumulas, más valiosa se vuelve”.
El aprendizaje también ha tenido que ver con las personas cercanas. Moore comentó que “tienes a más gente de la que cuidas, tienes a más gente a la que quieres, y te das cuenta de que dependes de tu cuerpo”. Ese vínculo entre el estado físico y la vida cotidiana le ha llevado a dar más importancia a lo básico: dormir bien, alimentarse de manera equilibrada o mantenerse activa para poder rendir.

Julianne Moore
La experiencia en el cine le ha acercado además a un tema que le preocupa especialmente: la salud cerebral. Con su participación en la campaña Brain Health Matters, puesta en marcha junto a la farmacéutica Lilly, ha querido subrayar la necesidad de hablar más del alzhéimer y de la prevención. “Todos entendemos que la detección precoz funciona, pero no hablamos lo suficiente de la salud cerebral, cuando en realidad el cerebro controla la función de todo el cuerpo”, señaló.
Su papel en la película Siempre Alice, estrenada en 2014, fue determinante para ese interés. Allí interpretó a una profesora que recibe un diagnóstico temprano de alzhéimer. De ese proceso sacó una conclusión clara: la enfermedad afecta a la capacidad de hacer tareas básicas y no solo a la memoria.
Una idea que hoy la impulsa a insistir en revisiones médicas regulares y en cambios de estilo de vida que puedan marcar la diferencia.