Los Flores están de actualidad. Sobre todo después de que Alba, la actriz hija del malogrado Antonio Flores, haya estrenado Flores para Antonio, un documental que ha reunido a toda la familia en el Festival de Cine de San Sebastián. Un homenaje audiovisual que recorre la vida y obra del autor de No dudaría, con testimonios de quienes compartieron con él escenario, memoria y sangre.
En medio de este reencuentro público con su historia, Rosario vuelve a ser también foco de atención. La intérprete de Al son del tambor, que ha cumplido 61 años, sigue deslumbrando con la misma intensidad que en los 90. Dueña de una estética genuina y de una energía difícil de replicar, la artista se mantiene fiel a un estilo de vida en el que prima la naturalidad, tanto dentro como fuera del escenario.
“Tengo mucha energía”
Autodisciplina, baile y shows intensos: así se mantiene en forma la cantante
Fue en una entrevista emitida en Cosmopolitan TV en 2009 cuando Rosario lo dejó claro: “He sido muy deportista, sí. Sigo siendo deportista porque tengo mucha energía y la tengo que echar de alguna manera”. En aquel momento, la artista desveló cómo canalizaba esa vitalidad: “Me hago yo mis tablas de gimnasia y mis bailes en mi casa y ya con eso…”. Una costumbre que ha mantenido en el tiempo, complementada con las exigentes coreografías de sus giras, donde asegura llegar a adelgazar hasta dos kilos por función.
Más allá del escenario, la disciplina personal de la hermana de Lolita parece marcar el ritmo de su día a día. Aunque nunca ha sido de rutinas estrictas, el movimiento forma parte de su cotidianidad. “En los shows corro y salto y hago de todo. Así me mantengo muy bien”, decía entonces. A día de hoy, la fórmula sigue funcionando: mantener el cuerpo activo, vivir con intensidad y dejar que el ritmo lo marque su propio compás.
“El pelo, lavar y que se seque”
Su rutina capilar es sencilla y apuesta por la hidratación como único gesto indispensable
Otro de los elementos inconfundibles de la artista es su melena rizada. En esa misma conversación con el citado medio, la hija de 'La Faraona' confesaba que su secreto no era ningún tratamiento sofisticado: “El pelazo nada. Hidratármelo porque lo tengo muy rizado y se me pone muy seco. Ni me lo aliso, ni me lo peino casi. El pelo lavar y que se seque solo”.
Rosario, en una imagen de archivo.
Lejos de alisados o herramientas térmicas, Rosario ha apostado siempre por el volumen natural, lo que la ha convertido en un referente dentro del movimiento curly. Para muchas, esa imagen sin artificios se ha vuelto sinónimo de autenticidad. Su relación con el cabello, como con el resto de su estética, parte de una aceptación que parece consolidada desde hace años.
“Limpiarme la cara no se negocia”
Sin rutinas elaboradas, pero con una limpieza facial constante como base de su cuidado personal
Si hay un gesto que Rosario no perdona es el de lavarse la cara antes de dormir. Así lo contaba en 2009: “Lavarme la cara antes de acostarme es algo innegociable. A pesar de eso, nunca he sido muy cuidadosa con mi cuidado facial o mis rutinas”. Sin cremas costosas ni productos de moda, la cantante madrileña ha hecho de la sencillez una constante. “Soy bastante salvaje y no he sido nunca muy cuidadosa”, añadía entre risas.
Aun así, defiende que la limpieza es la base para mantener una piel sana, algo que en su caso se refleja con claridad en cada aparición pública. Pasada la sexta década, demuestra que la belleza también puede sustentarse en la autenticidad y la constancia. Sin fórmulas milagrosas, su imagen pública parece responder más a un estilo de vida coherente que a un objetivo estético. Como ella misma dijo 16 años atrás: “La energía y la belleza la lleva uno dentro”.
