La laguna de Pantelaria, el paraíso siciliano donde Venus preparaba sus citas con Baco

Mundo insólito

La isla volcánica situada a 110 kilómetros de Sicilia alberga paisajes indómitos naturales dignos de leyendas mitológicas 

Vista panorámica del lago Espejo de Venus, en la isla de Pantelaria

Vista panorámica del lago Espejo de Venus, en la isla de Pantelaria

Mauro / Wikimedia Commons (CC BY 2.0)

La miríada de pequeñas islas que rodean a la mayor del Mediterráneo, Sicilia, todavía son desconocidas para buena parte del público. Seguramente, de entre todas ellas la que se lleva el campeonato es Pantelaria, que en los últimos años ha aparecido en los telediarios más por noticias amargas relacionadas con la llegada de migrantes exhaustos de la otra orilla del Mediterráneo que por su belleza.

Pantelaria es la parte emergida de un volcán. Con ese dato ya se puede imaginar el paisaje: minerales oscuros y ariscos que se desgastan fácilmente con el embate del viento y las olas. Y no va falta de ambos agentes meteorológicos esta isla que se encuentra a 110 kilómetros de Sicilia, en realidad más cerca de Túnez que de Italia.

La isla de Pantelaria es en realidad la parte emergida de un volcán 

La zona es un festival para los amantes de los paisajes agrestes. Posiblemente, el más espectacular de la isla sea el conocido como Espejo de Venus. Es una laguna casi perfectamente redonda, de poca profundidad, que se abastece del agua de lluvia y también de surgencias termales cercanas. Ello, unido a los fangos de su fondo, redunda en un azul que varía a lo largo del año del celeste al cobalto, según la cantidad de líquido recibido. En épocas de larga sequía –que son frecuentes en el Mediterráneo central– puede llegar casi a secarse. Entonces quedan a mano los barros con los que muchos visitantes se rebozan para obtener beneficios en la piel.

En épocas de larga sequía el Espejo de Venus puede llegar casi a secarse

El Espejo de Venus está rodeado de rocas que contrastan con las aguas de la laguna

Sandra Ranzetti

Cuando el Espejo de Venus consigue retener más líquido, el agua es de cálida a caliente. En épocas en que la aportación de las fuentes termales es abundante y ello se conjuga con temperaturas elevadas, el baño puede parecerse a una sauna al aire libre. Rodeada, eso sí, de unas rocas negras que contrastan fuertemente y le otorgan al lugar una belleza formidable. De hecho, el topónimo se corresponde con la leyenda según la cual Venus se miraba en ese espejo de agua cuando se preparaba para tener sus citas amorosas con Baco, el dios del vino.

En la pequeña extensión de 84 kilómetros cuadrados de la isla (casi exactamente lo mismo que Formentera) hay suficiente territorio como para admirar otros paisajes. Muy cerca del Espejo de Venus, pero ya en la costa, está el laghetto delle Ondine, una piscina natural formada por el agua atrapada entre los escollos volcánicos. Pantelaria es conocida como Perla Nera (Perla Negra) por sus rocas oscuras. Y los árabes la llama Bent el Riah (Hija del Viento), por los vientos que soplan del Sáhara y a menudo la convierten en un horno.

El arco del elefante es llamado así por su silueta parecida a la de este animal

El arco del Elefante es llamado así por su silueta parecida a la de este animal

Dionisio Iemma

Otro de los lugares sorprendentes de la isla es el parque natural de la Montaña Grande, una zona modestamente forestada del centro. El monumento natural más conocido, sin embargo, se halla en la costa oriental. Es el arco del Elefante, un puente de piedra excavado por las olas en el litoral y que, con un mínimo de imaginación, se puede asociar a la probóscide de dicho animal.

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Pasar varios días en Pantelaria explorando sus paisajes, pueblos y pastelerías (son prodigiosos los besos pantescos, unas galletas fritas y rellenas de queso ricotta) es una experiencia aún más gratificante si el viajero se aloja en un dammuso. Se trata de una construcción de piedra volcánica con una pequeña cúpula pintada de cal que tradicionalmente había sido utilizada por los campesinos para estar cerca de los campos durante las épocas de más trabajo, como la recolección. Ahora es moda rehabilitar estas edificaciones y convertirlas en coquetos apartamentos. Pero siempre son bastante austeras.

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