¿Podrías concebir hospedarte en un hotel minúsculo que evoque la atmósfera de un relato marinero? Tal lugar es una realidad. Su nombre es Puntagrande, y está ubicado en la isla de El Hierro, en Santa Cruz de Tenerife. En 1987, el Libro Guinness de los Récords lo certificó como el hotel de menor tamaño a nivel mundial. Este establecimiento se asienta en una edificación singular, semejante a una embarcación anclada y suspendida sobre una franja de roca volcánica que se proyecta hacia el Océano Atlántico.
Este alojamiento boutique, destinado únicamente a adultos y conocido popularmente como “el hotelito”, se encuentra en el pueblo de pescadores de Las Puntas, dentro del término municipal de Frontera en El Hierro. Proporciona una vivencia singular, permitiendo a los huéspedes pernoctar a muy poca distancia del mar, disfrutar del sonido de las olas al aumentar y romper contra las rocas, y levantarse rodeados de una vasta naturaleza.
Una pareja italiana y un amor a primera vista
Davide y Paula Nahmias, junto a sus hijas Marta, Sophie y Noa, están al frente del hotel.
A pesar de que la estructura se erigió en 1830 para albergar mercancías del puerto, incluyendo higos, uvas, almendras y el primer aguardiente de Canarias, el Puntagrande experimentó una nueva vida en 2018 tras un encuentro fortuito. En aquel año, el italiano Davide Nahmias, acompañado por su cónyuge Paula Nahmias y sus descendientes Marta, Sophie y Noa, hallaron este lugar apartado del mundo y decidieron que sería su residencia.
Desde ese momento, la familia ha restaurado el hotel a su atmósfera marítima inicial, dirigiéndolo hacia un enfoque turístico que es acogedor, ecológico y en armonía con el entorno. Su principio fundamental lo encapsula: “Visita como turista, permanece como invitado y parte como amigo”. Y lo sorprendente es que todo esto sucede dentro de una edificación de dimensiones reducidas.
Entre su distinguida clientela se encuentran desde integrantes de la realeza hasta artistas de la música como Sergio Dalma.
El establecimiento hotelero ha sido el hospedaje de una gran cantidad de personalidades reconocidas. Dentro de su extenso catálogo de distinguidos visitantes, destacan tanto integrantes de la realeza como intérpretes de la talla de Sergio Dalma, Lola Flores o el dúo musical Azúcar Moreno, por nombrar algunos.
Cinco cuartos con vistas al vasto océano
El Puntagrande cuenta con solo cuatro habitaciones y una suite, pero cada una ha sido concebida como si fuera un camarote de lujo. El diseño interior prioriza elementos naturales, paletas de colores inspiradas en el mar y genuinos adornos marineros. En lugar de televisión, el espectáculo es el océano Atlántico; el sonido, el romper de las olas; y el pasatiempo, la silueta de la lava y la luz que se transforma sobre el mar.
Suite de lujo del hotel Puntagrande
El hotel más diminuto del planeta brinda una privacidad considerable. Su aposento deluxe, adornado con elementos orgánicos, dispone de dos balcones con área de descanso y amplias panorámicas, además de un dosel de cristal sobre el lecho para admirar el firmamento, entre otras comodidades singulares.
Tanto al alba como al anochecer, el entorno parece propicio para el descanso. En el salón y el comedor, se exhibe una muestra de distintivos de embarcaciones internacionales, evocando el pasado trascendental de Canarias en la senda de los vientos alisios, y un buzo de la época del siglo XIX permanece como un vigía silencioso del mundo submarino.
Asimismo, el establecimiento presenta una oferta culinaria distintiva vinculada a la región. El Alma Marina, su restaurante, está bajo la dirección de Arabisen Quinteros y Lorena Machín, y se fundamenta en tres principios clave: la materia prima de la zona, la consideración por el medio ambiente y la sensación que evoca cada preparación.
Han desarrollado una experiencia novedosa llamada Table 3D Mapping. Fascinantes relatos se proyectarán sobre las mesas de comedor, generando una vivencia envolvente. Esto demuestra la creatividad y la innovación en el ámbito de la gastronomía y la tecnología.
Restaurante Alma Marina con una gastronomía con producto local
Dentro de las propuestas exclusivas que brinda el lugar, sobresale el Club del Puro, un ambiente reservado para que los aficionados al tabaco descubran fragancias globales y cigarros de alta gama, maridados con una cuidada selección de bebidas espirituosas.
Un establecimiento hotelero modesto pero muy elogiado
A pesar de su modesto tamaño, este establecimiento ha demostrado ser un imán para los galardones, que más bien parecen verse impulsados por su presencia. Más allá de su reconocida inclusión en el libro Guinness de los récords, el Puntagrande fue honrado en 1984 con el premio a la Excelencia Turística y, en 1991, la medalla de plata a la Importancia Turística le fue concedida por el ejecutivo de Canarias.
En 2025, el establecimiento fue galardonado con una estrella Michelin, un reconocimiento que lo posiciona en el panorama global del turismo de alta calidad y genuinidad. Actualmente, representa un emblema sentimental de la isla, un sitio donde la vasta extensión del mar se une a la delicadeza de una estructura modesta. El Puntagrande sirve como testimonio de que el verdadero lujo reside en la vivencia, no en la opulencia.


