Los ricos de Barcelona ya no quieren el Caribe por Navidad: “Piden cenas privadas con chefs locales o villas en la nieve para ir en familia”
Viajes
Así ha cambiado la demanda de viajes de los barceloneses de alto poder adquisitivo esta Navidad 2025 según Julia Franch, Directora General de Grupo Bestours
Julia Franch, retrato
Viajar es un lujo, y en los últimos años el concepto ha cambiado por completo. Las personas que pueden permitírselo ya no viajan como antes; ahora tienen ideas muy diferentes sobre lo que significa disfrutar de unas vacaciones. Durante la época navideña, esta transformación se nota especialmente porque el viajero de Barcelona ya no busca tanto el lujo ostentoso, sino experiencias más privadas y exclusivas para compartir en familia.
En Catalunya, esta tendencia se refleja con claridad: durante el último trimestre de 2024, los viajes disminuyeron, pero las estancias se alargaron y el gasto diario por persona creció casi un 17%. Es decir, se viaja menos, pero cada escapada es más intensa, cuidada y costosa. El viajero invierte más en cada viaje y dedica mayor presupuesto para disfrutarlo plenamente.
Además, en el conjunto del año, los catalanes aumentaron sus viajes un 2,2% y elevaron su gasto total un 8,4%, mientras que los desplazamientos al extranjero crecieron un 8,5%. Todo apunta a un cambio de prioridades y quienes pueden permitírselo buscan privacidad, autenticidad y servicios personalizados, muy lejos del turismo masificado, que además suele ser más caro. Desde Guyana Guardian hablamos con Julia Franch, Directora General de Grupo Bestours, para conocer las tendencias de viaje de los barceloneses de alto poder adquisitivo y cuáles son las experiencias más y menos demandadas en la actualidad.
Safari
¿Qué buscan los viajeros barceloneses en estas fechas?
Cada vez más, los viajeros barceloneses buscan vivir una Navidad diferente. Principalmente, se busca una desconexión real, tanto física como mental, así como experiencias distintas y conscientes. El objetivo es disfrutar de las festividades de manera íntima y personal. Asimismo, muchos de estos viajeros optan por refugiarse en la montaña o en la nieve, y las villas privadas o resorts para familias se convierten en una de sus principales demandas. Este perfil de viajero busca lugares donde refugiarse con su familia o amigos más cercanos, para pasar una Navidad completamente privada y cercana. De este modo, el tiempo de calidad en familia y con los suyos se convierte en prioridad.
“Otros prefieren poner rumbo a destinos cálidos para huir del frío y regalarse un merecido ‘self-gifting’. En definitiva, quieren empezar el año juntos desde un lugar especial que rompa con la rutina y renueve la forma de celebrar”, explica la experta. Por otro lado, desde la agencia también analizan el cambio en el perfil del cliente de alto poder adquisitivo de Barcelona que viaja en Navidad. Según Franch, la tendencia ha cambiado respecto a hace cinco o diez años. “Ya no viaja únicamente la clase más exclusiva de siempre, sino que ahora un segmento más amplio de clientes opta por invertir en grandes viajes puntuales, aunque de manera muy selectiva. Esto incluye a quienes desean darse un capricho excepcional de vez en cuando”.
El cambio del perfil viajero a lo largo del tiempo: ¿qué pesa más al elegir un destino?
Franch expone que se busca diferenciarse del turismo convencional. “Se demanda menos lujo ostentoso y más lujo vivencial. Destacan las cenas privadas con chefs locales en villas exclusivas, así como experiencias gastronómicas de origen, desde visitas a productores boutique hasta bodegas familiares bajo el concepto farm to table”, comenta la experta.
Casa moderna con un frente de cristal en invierno
Además, también crecen las propuestas de bienestar integral: programas 360º de nutrición y wellness, lodges inmersos en plena naturaleza, y experiencias culturales a puerta cerrada, como visitas privadas a museos o monumentos fuera del horario habitual. “A ello se suman safaris boutique con guías privados y una movilidad de alto nivel, con servicios Fast Track, salas VIP y conductores privados”, añade.
En la elección de destino, el perfil barcelonés no se decide por una única variable. Cada viajero y cada familia establece sus propias prioridades. “Lo importante es encontrar el equilibrio adecuado entre privacidad, clima, personalización y exclusividad”, comenta Franch. Algo que destaca es que, en los últimos años, hay un factor que los viajeros buscan especialmente: la seguridad. No solo entendida como estabilidad del destino, sino también como garantía de servicios controlados, protocolos fiables, movilidad sin sobresaltos y la tranquilidad de viajar con una planificación experta detrás.
¿Cuáles son los destinos que han perdido fuerza?
Destinos que antes eran muy populares entre los barceloneses de alto poder adquisitivo, como Estados Unidos, han visto disminuir el interés debido a un clima político y normativo percibido como menos favorable para el viajero. Por otro lado, ciertas zonas del Caribe han sufrido una masificación que reduce la sensación de exclusividad y desconexión que busca este público, por lo que “ya no se demandan tanto”.
Del mismo modo, la experta confiesa que varias capitales europeas muy concurridas empiezan a quedar fuera del radar de quienes desean privacidad, diferenciación y propuestas más singulares. “El viajero premium se inclina ahora por destinos que ofrezcan autenticidad, calma, sostenibilidad y un nivel de personalización difícil de encontrar en los enclaves tradicionales”, añade.
Además, cada vez más rechazan actividades que impliquen animales en cautividad, experiencias invasivas con comunidades locales o cualquier modelo turístico que resulte perjudicial para el entorno. En su lugar, buscan propuestas responsables, que respeten la naturaleza, la cultura local y fomenten un impacto positivo, demostrando que el lujo contemporáneo va de la mano de la sostenibilidad y la autenticidad.
Cena privada con Chef
Mirada al futuro: ¿hacia dónde evoluciona el concepto de Navidad premium?
Las redes sociales están revolucionando la forma en que se viaja, ahora, las tendencias digitales y los creadores de contenido tienen mucha influencia sobre la demanda de viajes. Estos canales funcionan como una fuente de inspiración muy potente, despertando ideas y anticipando experiencias. “Sin embargo, en el segmento premium, la decisión final se toma sobre criterios más sólidos: exclusividad, confianza, reputación y recomendaciones de Travel Designers, asegurando que cada viaje cumpla con los estándares de calidad y personalización que este tipo de viajero espera”, recuerda Franch.
En la actualidad, los viajeros barceloneses buscan experiencias totalmente personalizadas, pero en estas fechas la combinación de autenticidad, magia y confort toma protagonismo. Los viajes se diseñan para cada miembro de la unidad familiar, garantizando que tanto niños como adultos disfruten de actividades a medida: desde celebrar las fiestas con encuentros privados con Papá Noel y Reyes Magos a través de Travelkids o suites decoradas al detalle, hasta vivir experiencias en destinos emblemáticos como un safari en la sabana africana o la exclusividad de Islas Secas en Panamá.
La tendencia apunta hacia experiencias únicas que generen emociones, al mismo tiempo que dejen un impacto positivo en los destinos. Los barceloneses transforman la Navidad en una oportunidad de reconexión familiar y bienestar, celebrándola en cualquier parte del mundo a través de viajes multigeneracionales, donde cada miembro de la familia disfruta de actividades diseñadas a su medida y en grupo familiar.
“Destinos como Omán, Namibia, Polinesia, Patagonia, Bután o Yunnan en China cobran protagonismo, ofreciendo slow luxury, viajes temáticos ultrapersonalizados, experiencias con expertos y lodges de conservación de lujo, donde exclusividad, sostenibilidad y autenticidad se combinan para crear recuerdos inolvidables para toda la familia”, concluye Franch.