La primera vez que un perro joven se queda solo en casa suele ser un reto tanto para él como para su familia. La posibilidad de que aparezca la ansiedad, los ladridos continuos o los destrozos en muebles hace que muchos dueños se lo piensen dos veces antes de dar ese paso.
Por eso, cuando llega ese momento, las expectativas están cargadas de dudas sobre cómo reaccionará el animal y si será capaz de mantener la calma en un espacio vacío. En este caso, la familia decidió comprobarlo de una manera muy particular, con el teléfono móvil preparado para registrar la reacción al abrir la puerta.
Tranquilidad total
Se portó muy bien y estaba viendo la tele
Al entrar en el salón, la escena fue muy distinta de lo que se podía imaginar. El cachorro, un perro salchicha, estaba tumbado en el sofá como si nada, sin rastro de nerviosismo ni signos de estrés.
No ladraba ni corría por la casa: simplemente estaba mirando la televisión con total tranquilidad. El canal emitía un capítulo de Padre de Familia, en el que Peter Griffin arrojaba por la ventana al perro Brian, lo que generó una coincidencia que muchos interpretaron con humor.
La familia había empezado a grabar desde el pasillo para capturar el instante en el que entraban a la habitación. Su intención era comprobar si el pequeño había aguantado bien la experiencia de estar solo por primera vez y, a juzgar por lo que encontraron, lo había hecho con éxito. El cachorro se mostraba relajado y más pendiente de la pantalla que de la puerta que acababan de abrir.
Esa imagen dio pie a todo tipo de comentarios en redes sociales, donde los usuarios se fijaron en la coincidencia entre el perro real y el personaje de la serie. Algunos apuntaron en tono de broma que si el cachorro hubiera tenido un mal comportamiento podría haber acabado igual que Brian, lanzado por la ventana en la ficción. Otros destacaron la calma con la que el animal había vivido su primera experiencia en soledad, muy distinta a la reacción habitual de muchos perros.
Al final, lo que podía haber sido un regreso lleno de nervios acabó convirtiéndose en un retrato insospechado de calma absoluta, con un cachorro entretenido en el sofá mientras en la pantalla un dibujo animado vivía justo lo contrario.