“Mi gata acababa de parir y aceptó a dos huérfanos que encontramos en la calle; nunca he visto algo tan bonito”: los retos de salvar a gatitos abandonados y criarlos sin la madre

Cuidados

Tener en cuenta factores como el calor corporal, la lactancia o las deposiciones es clave para que la crianza de un gato bebé huérfano no sea perjudicial para su salud y crecimiento

La mejor opción para un gatito huérfano es encontrarle una madre nodriza.

La mejor opción para un gatito huérfano es encontrarle una madre nodriza. 

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Encontrar una camada de gatitos puede parecernos una escena entrañable, pero lo que empieza con un suspiro de ternura puede convertirse rápidamente en una carrera contrarreloj. Si los cachorros son realmente huérfanos, sus vidas dependen por completo de ti. “Cuando los vi temblando en una caja, no lo dudé. Me los llevé a casa, pero no imaginaba lo difícil que iba a ser”, me confesó hace poco una mujer que recogió tres gatitos recién nacidos de un contenedor.

Antes de actuar por impulso, lo primero es asegurarse de que los cachorros están verdaderamente solos. Muchas veces, la madre está cerca y volverá, por eso, lo más sensato es observar desde lejos durante unas horas. Si no aparece o la camada corre peligro, entonces sí, hay que intervenir con rapidez y tomar decisiones conscientes.

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En sus primeras semanas de vida, los gatitos no son capaces de regular su temperatura corporal, y es su madre quien, de forma natural, los mantiene calientes con su cuerpo. Por eso, lo más urgente tras rescatarlos es proporcionarles una fuente de calor constante y segura. Mantas eléctricas con regulador, bolsas de agua envueltas en toallas o lámparas de calor son opciones válidas, siempre extremando las precauciones para evitar quemaduras por contacto directo. “Al principio no sabía si estaba haciendo bien las cosas; les ponía botellas con agua caliente envueltas en una camiseta, y me levantaba por la noche a tocarlos”, me contaba una cuidadora novel. En situaciones como esa, es esencial recordar que, aunque estén sucios, si los gatitos están fríos no debemos bañarlos: mojarlos en ese estado puede poner en riesgo su vida.

Otro error común es ofrecerles leche de vaca. No es adecuada para gatitos y puede provocar graves trastornos digestivos, o incluso la muerte. Es imprescindible alimentarlos exclusivamente con una fórmula específica para lactantes felinos, que puedes encontrar en clínicas veterinarias o tiendas especializadas. 

Aunque los gatitos estén sucios, si están fríos no debemos bañarlos: mojarlos en ese estado puede poner en riesgo su vida

Preparar cada toma requiere paciencia, limpieza y atención al detalle. La mezcla debe estar a temperatura corporal (puedes comprobarlo dejando caer una gota en tu muñeca) y la posición en la que los alimentas es igual de importante: el gatito debe estar tumbado boca abajo, con la cabeza ligeramente levantada, tal como lo estaría al mamar de su madre. Alimentarlo panza arriba puede provocar una neumonía por aspiración, con consecuencias fatales. “No puedo olvidar a Neo, un cachorrito que falleció porque por ignorancia le daba el biberón como a un bebé humano; se atragantó y, tras un día ingresado, no pudieron salvarlo”, me explicó muy afectada una voluntaria de un refugio.

La tetina también importa: debe permitir que se forme una gota a punto de caer, sin que el líquido gotee por sí solo. Evita las jeringas, ya que aumentan el riesgo de que el gatito se atragante: el biberón permite que sea él quien succione de forma más segura y natural. Durante la primera semana, deberás alimentarlos cada dos horas, incluso por la noche. En la segunda y tercera semana, cada 2–3 horas, y en la cuarta, cada 3–4 horas. Sí, es agotador, pero es lo que necesitan para sobrevivir.

Little gray kitten drinks milk from a bottle. Feeding kittens without a nursing cat. Kittens on artificial feeding. Hand-feeding cute orphaned baby kitten with milk replacer in syringe,

Durante la primera semana, hay que alimentar a los gatos bebé cada dos horas, incluso por la noche. 

Lipatova Marina
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Un aspecto que muchas personas desconocen es que los gatitos menores de un mes no pueden hacer pis ni caca por sí solos. En la naturaleza, es la madre quien se encarga de estimularles, lamiendo suavemente su barriga y zona genital. En su ausencia, esa tarea recae sobre ti. Debes masajearles suavemente la barriga (en el sentido de las agujas del reloj) y estimular con un paño tibio el ano y los genitales después de cada toma. “No lo sabía y uno de los gatitos se puso muy malito por no poder hacer caca”, me confesó muy afectada una seguidora de Instagram. Este gesto sencillo, pero vital, previene obstrucciones intestinales y otros problemas graves de salud.

Tras cada toma, limpia sus caritas y su cuerpo con un paño humedecido en agua tibia. Puedes usar un cepillo de dientes suave para simular el lamido de la madre, ayudando así a estimular su circulación sanguínea. Acarícialos varias veces al día, háblales con voz tranquila y mantenlos juntos. Han perdido a su madre, pero conservar la compañía de sus hermanos es esencial para su desarrollo físico y emocional. No los separes.

Un aspecto que muchas personas desconocen es que los gatitos menores de un mes no pueden hacer pis ni caca por sí solos

Pésalos cada día para asegurarte de que están ganando peso. Cualquier pérdida o estancamiento es una señal de alarma y requiere atención veterinaria. A partir de las cuatro semanas de vida, puedes empezar a ofrecer comida húmeda específica para gatitos o papillas, sin retirar de golpe el biberón. El destete debe ser gradual, y lo ideal es mantener el biberón, como apoyo, al menos hasta las ocho semanas.

Siempre que sea posible, la mejor opción para un gatito huérfano es encontrarle una madre nodriza. Muchas gatas aceptan a crías que no son biológicas si están lactando, y esto puede cambiar por completo la vida del pequeño. “Mi gata acababa de parir y aceptó dos huérfanos que encontramos en la calle; nunca he visto algo tan bonito”, me contaron hace unos meses. Si no hay una madre nodriza disponible, debes saber que estás haciendo algo muy valiente, pero también muy exigente. Y, por mucho amor y esfuerzo que pongas, nunca podrás sustituir por completo lo que una madre gata puede ofrecer.

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Criar a un gatito huérfano puede parecer tierno, pero implica noches sin dormir, responsabilidades constantes, y una entrega absoluta. Por eso, antes de intervenir, asegúrate de que la madre no va a volver. Separarlos innecesariamente, aunque sea con buena intención, puede condenarlos a una vida más frágil o incluso a la muerte. Y si finalmente tienes que criarlos tú, no te rindas. Pide ayuda, consulta con profesionales, busca apoyo. Cada vida salvada lo merece. Porque, aunque lo hagamos lo mejor posible, jamás podremos acercarnos a como lo hace una mamá gata.

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