Raquel Pavo, nutricionista canina: “Si tu gato deja de comer y parece no tener hambre, en realidad puede estar enfermo, débil o con dolor; en esos casos, una sonda puede salvarle la vida”

GATOS

La alimentación asistida puede salvar la vida del gato mientras se recupera de enfermedades o dolor

Raquel Pavo, nutricionista canina: “Aunque tu mascota parezca sana, puede tener parásitos que provoquen molestias digestivas o problemas crónicos”

Raquel Pavo, nutricionista canina: “Si tu gato deja de comer y parece no tener hambre, en realidad puede estar enfermo, débil o con dolor; en esos casos, una sonda puede salvarle la vida”

Raquel Pavo, nutricionista canina: “Si tu gato deja de comer y parece no tener hambre, en realidad puede estar enfermo, débil o con dolor; en esos casos, una sonda puede salvarle la vida”

La pérdida de apetito en los gatos no es un capricho ni un simple estado de ánimo. Para los felinos, dejar de comer durante más de 24 horas puede desencadenar graves problemas de salud, afectando órganos vitales y debilitando su sistema inmunológico. 

Lo que a simple vista parece “pereza para comer” suele ser un signo de enfermedad, dolor o debilidad profunda. En estos casos, la intervención temprana es fundamental para evitar complicaciones graves como la lipidosis hepática, una enfermedad potencialmente mortal que afecta a gatos con anorexia prolongada.

La nutrición asistida como herramienta de recuperación

Detección temprana y cuidado integral

Según Raquel Pavo, nutricionista canina y felina conocida como @raquelpavo, “aunque parezca que un gato no tiene hambre, en realidad puede estar enfermo, débil o con dolor y simplemente no puede comer por sí mismo”. La experta explica que la alimentación mediante sonda no es algo negativo, sino una técnica que permite llevar la comida directamente al estómago del animal, manteniendo su energía mientras el cuerpo se recupera.

Además de la sonda, es esencial observar signos de alerta: rechazo a su comida favorita, apatía, escondites frecuentes o disminución de la interacción social. “Ayudarle a comer, aunque sea con una sonda, también es una forma de amor. Es decirle al gato: estoy contigo y no te voy a dejar rendirte”, añade Pavo, subrayando la importancia de la atención veterinaria inmediata y el acompañamiento constante.

Los gatos suelen ocultar síntomas de dolor o malestar hasta que la condición es grave, lo que hace crucial la intervención temprana. Mantener la nutrición mediante una sonda permite que el gato conserve fuerzas mientras recibe tratamiento médico y medicación si es necesario.

La alimentación asistida no sustituye la atención veterinaria, sino que la complementa. Es una herramienta para preservar la vida y facilitar la recuperación, mientras el animal puede empezar a ingerir comida por sí mismo nuevamente.

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No obstante, como decimos, dar de comer a un gato con problemas graves de apetito es un gesto de cuidado profundo. La nutrición, en estos casos, se convierte en un mensaje de acompañamiento, paciencia y amor. Además, para los felinos más vulnerables, la intervención oportuna puede marcar la diferencia entre sobrevivir y sucumbir a la enfermedad.

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