“Nos aterroriza comprometernos y sentimos que ser padre o madre es muy difícil”: por qué tenemos más mascotas que hijos en España

Cambio social 

Según los datos Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay ocho millones de menores de 18 años y más de 10 millones de perros y gatos

Familia perro

Familia perro

YULIIA BOITSOVA

España está en mínimos históricos en cuanto a nacimiento de niños. Si tenemos en cuenta los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2024 vinieron al mundo 318.005 bebés. En total, hay algo más de ocho millones de menores de edad en este momento, una cifra inferior a la de mascotas censadas, que supera los 10 millones, según el citado organismo— más de nueve millones de perros y más de un millón y medio de gatos—. 

¿Puede deducirse de ello que estamos ante un cambio social, donde las mascotas se priorizan ante los hijos? Los expertos no lo tienen tan claro.

Como sociedad, nos tiene aterrorizados el hecho de comprometernos, la inseguridad constante, el pensar si lo vamos a hacer bien; es como si fuese muy difícil ser padre o madre

Senior EditorPsicóloga y profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad Abierta de Catalunya

Las dificultades de un censo animal completo

Uno de los problemas al cuantificar el número real de perros y gatos que hay actualmente es que, a pesar de que la ley obliga a ello, muchos de sus propietarios no los registran. Hay aún muchos animales sin chip y hay fallecimientos que no son comunicados para su baja en los censos veterinarios. Todo ello, unido a la falta de un registro único, que facilitaría este tipo de recuentos, hace que a las estimaciones le falte la precisión que sería deseable. ¿Quién asegura que en otras épocas no había una cifra incluso superior a la actual?

Familia perro

Actualmente, el perfil de tutor de animal de compañía es muy dispar. 

Getty Images

No obstante, sí podemos observar datos indirectos que nos hablan de un florecimiento del negocio en torno a los animales, que podría indicar que estamos ante un boom en la relación entre humanos y mascotas. Fernando Marquina, vicesecretario de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia (COVV) y veterinario clínico de animales pequeños, confirma que en los últimos años hay una mayor demanda de servicios de este tipo. “Lo hemos notado porque cada vez son más los hogares que cuentan con una mascota en el núcleo familiar. Y la preocupación por su bienestar hace que aumente la presencia de estos en la clínica veterinaria”, destaca.

¿Cómo son los dueños de ahora?

Pero ¿ha cambiado el perfil de las personas que acudían con sus mascotas al veterinario con relación al que había hace unos años? “Actualmente, el perfil de tutor de animal de compañía es muy dispar. Podemos encontrar desde familias numerosas en las que la responsabilidad se reparte entre sus miembros hasta parejas sin hijos, o personas que viven solas”, aclara el representante de COVV. Su visión es esclarecedora porque aporta una idea que puede servir para calibrar desde una mirada más global por qué hay más mascotas que niños en España.

Para comprender de forma global este fenómeno hay que considerar cuántas de estas mascotas viven en ámbitos urbanos y cuántas en el medio rural (por la diferente función que tienen los animales en cada uno), y también saber si están a cargo de familias amplias, parejas con o sin hijos o personas solas.

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Hay que tener en cuenta que en muchos hogares sin hijos convivientes habitan mayores que encuentran en estos animales la compañía y el afecto que merecen. La soledad es un grave problema social, que afecta a un 20% de la población, según el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada. En este caso, contraponer descendientes a mascotas no tendría ningún sentido, pues son realidades en distintos planos.

¿Existe la dicotomía: hijos o mascotas?

Anna Escobedo es doctora en Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona y está especializada en familia. Para ella, el aumento del número de mascotas no se relaciona necesariamente con la bajada de la natalidad. Por lo general, no se decide tener un animal de compañía en lugar de un hijo. “Son fenómenos distintos; son procesos paralelos e independientes”, apunta.

Aunque sí puede suceder que la pareja decida tener un animal mientras llega ese primer hijo que cada vez se retrasa más. La edad media en que las mujeres son madres en España es de 32,6 años (datos del INE de 2024), y ha subido un 19% el número de las que tienen un hijo pasados los 40 años. La difícil conciliación, los problemas económicos y el complicado acceso a la vivienda lastran los planes reproductivos de muchas parejas. “Lo que vemos es que en las parejas priman las preocupaciones a corto plazo: temas laborales y económicos o de vivienda”, señala.

Hay que diferenciar entre dar todo el cariño que se merecen y tratarlos como humanos. Cuando se les trata así se descuidan cosas que, a la larga, pueden derivar en problemas de conducta

Senior EditorVeterinario

Si tenemos en cuenta que el gasto mensual por mascota está entre 100 y 150 euros, la comparación con el gasto que supone tener un bebé es muy desigual. Un estudio de Raisin ha estimado que el desembolso que tendrían que hacer unos padres que tuvieran en 2025 un bebé hasta que se independizara (en España esta edad ronda los 31 años) es de más de 335.000 euros para varones y algo menos para niñas (pues se marchan antes de casa).

No es difícil conocer a parejas que esgrimen las dificultades económicas a la hora de ser padres como un obstáculo importante y que se deciden a tener una mascota mientras se lo piensan o que renuncian a la paternidad de forma definitiva. Entre las que se decantan por un modelo de familia donde no cabe un hijo, pero sí un animal de compañía, está también el factor del compromiso y la libertad, por ejemplo, a la hora de viajar: una mascota puede dejarse en un hotel, pero un hijo no.

Además, Sylvie Pérez, psicóloga y profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), apunta otra reflexión: “Como sociedad, nos tiene aterrorizados el hecho de comprometernos, la inseguridad constante, el pensar si lo vamos a hacer bien; es como si fuese muy difícil ser padre o madre”. A esto se añade un hecho indiscutible, “para que un hijo me dé lo mismo que me da una mascota tengo que esperar cuatro o cinco años. En una mascota pasan solo meses hasta que se alimenta sola, deja de orinarse en casa… Es un esfuerzo mucho menos prolongado en el tiempo, y hay una cultura de la inmediatez”.

Humanizando a los animales

Las relaciones entre los tutores y sus animales han cambiado sustancialmente en los últimos tiempos. “Lo vemos habitualmente; la línea entre tratarlos como animales o como humanos cada vez está más difuminada”, señala el veterinario Francisco Marquina. Pero ¿es saludable esta humanización de las mascotas? “Hay que diferenciar entre dar todo el cariño que se merecen y tratarlos como a un humano. De manera general, cuando se les trata como si fueran humanos se están descuidando algunas cosas que, a la larga, pueden derivar en problemas de conducta. Y esos problemas de conducta deberán ser tratados por los etólogos, que son los veterinarios especialistas en comportamiento animal”, detalla.

Lo que vemos es que en las parejas priman las preocupaciones a corto plazo: temas laborales y económicos o de vivienda

Senior EditorDoctora en Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, especializada en familia

De la misma opinión es Sylvie Pérez, “el amor incondicional que nos aporta la mascota es tan maravilloso que tenemos la necesidad de devolverlo y lo devolvemos de manera inadecuada: un perro o un gato no necesitan ser cuidados como un niño, necesitan ser cuidados como un animal”.

Esta necesidad de humanizar las mascotas puede esconder algunos problemas: “Estamos tan faltos de contacto físico, de que nos esperen, de que nos necesiten… que el animal da sentido a todas esas carencias y esos vacíos que podemos sentir y la manera que tenemos de devolver lo que nos dan es tratándolos como en el fondo nos gustaría que nos trataran a nosotros”.

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La difícil conciliación, los problemas económicos y el complicado acceso a la vivienda lastran los planes reproductivos de muchas parejas.

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El reflejo de las redes sociales

Y en el mundo digital, ¿cómo se refleja esta realidad en la que hay más perros y gatos que menores humanos? El II Estudio Cheerz ‘Uso de la fotografía entre los españoles’ reveló que los españoles sacan más del doble de fotos de mascotas que de sus hijos. Cumplen así con el deseo de muchos consumidores de redes sociales, ya que uno de cada diez asegura que las fotos que más le gustan en el mundo online son las de animales.

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De hecho, los perfiles creados específicamente para mascotas suman cada vez más seguidores. “La viralización de este tipo de contenidos en redes ha hecho que incluso determinadas mascotas sean auténticos influencers gracias a post cargados de consejos, ideas de actividades o simplemente por la imagen adorable de este tipo de perfiles”, destaca Qui Marín, directora del sur de Europa de Cheerz. 

El 5% de todas las fotos que se imprimen son de animales, aunque este dato se duplica en el caso de mujeres sin hijos. “Nuestras previsiones son que este porcentaje irá en aumento, ya que los perros y gatos son los nuevos ‘hijos’ de muchos hogares”, concluye.

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