Hay ocasiones en las que los problemas afectan directamente a la familia. No todas las relaciones entre padres e hijos, o entre hermanos, son las más ideales. Algunos llegan hasta el punto de demandarse entre ellos.
El imaginario colectivo tiende a pensar que este tipo de conflictos se produce en escenarios de bajos recursos. Pero también puede suceder que en familias más pudientes se sucedan.
Es el caso de José Elías, multimillonario que utiliza las redes sociales para aportar consejos sobre inversiones. En este caso, ha querido compartir algo más personal en una publicación en su cuenta de LinkedIn.

José Elías
Elías dice: “Tuve que demandar a mis propios hermanos, y todo para poder llevar el apellido de mi padre. Y es que durante 39 años, tuve 2 identidades legales... Cuando nací, mi padre, que era un buenazo pero un desastre para los papeles, no me inscribió en el registro. Mi madre se cabreó y me inscribió con los apellidos de su exmarido. Poco después, mi padre fue a otro registro y me inscribió con los suyos. El resultado: dos partidas de nacimiento y dos identidades legales”.
Una demanda a sus propios hermanos, la única solución
Después comenta cómo solucionó ese problema: “Cuando mis padres fallecieron, en el lecho de muerte, le prometí a mi padre que lucharía por apellidarme como él. Ahí empezó un laberinto judicial de 16 años. En el registro me decían que no podían anular una de mis identidades sin un certificado de defunción. La única solución era surrealista: tuve que poner una demanda para anular mis dos “yos” y reclamar la paternidad de mi padre. Como mis padres ya no estaban, tuve que demandar a sus herederos: mis hermanos, con los que contaba con todo su apoyo. Imagínate la escena: un juicio donde yo soy el demandante y los acusados son mis hermanos, dándome la razón delante del juez. Hay batallas que no son por dinero”.