La escena se repite en muchos hogares: un padre absorto en su móvil mientras su hija cena en silencio, o una madre que contesta correos en el sofá mientras su hijo juega con una tablet. Esta normalidad cotidiana tiene, según los expertos, un impacto en los niños muy serio. “El uso de pantallas por parte de los padres delante de sus hijos se asocia con un uso problemático de las redes sociales”, advierte el psicólogo y divulgador Alberto Soler.
Esta observación la respalda un estudio reciente publicado por la National Library of Medicine, que analiza datos de más de 10.000 adolescentes estadounidenses de entre 12 y 13 años. El informe deja poco margen a la duda: las prácticas de los padres en torno al uso de pantallas influyen directamente en los hábitos digitales de sus hijos.
Más control lógico y menos pantallas
El estudio revela una relación directa entre tres prácticas frecuentes en el entorno familiar y el aumento del tiempo frente a pantallas en los adolescentes: el uso de móviles por parte de los padres frente a sus hijos, permitir su utilización durante las comidas y dentro del dormitorio. Estas situaciones, aparentemente inofensivas, se vinculan con un mayor consumo de redes sociales, videojuegos y móvil, además de un uso problemático de estas herramientas.
“¿De verdad necesitamos un estudio que nos diga que, si nosotros estamos todo el día delante del móvil, nuestras hijas y nuestros hijos van a hacer lo mismo?”, se pregunta con cierta ironía Alberto Soler. Según el experto, una parte clave de la educación digital no reside en prohibiciones o normas rígidas, sino en ofrecer modelos coherentes. Una de las estrategias más efectivas para reducir el uso descontrolado del móvil en los adolescentes es que los padres usen las pantallas con criterio.

No es buena idea utilizar las pantallas en casa para hacer que los niños se relajen
Y no se trata sólo de lo que se permite, sino también de cómo se gestiona. El mismo informe señala que emplear las pantallas como premio o castigo incrementa, paradójicamente, el deseo y el uso de estos dispositivos, especialmente en lo que respecta a videojuegos. Una contradicción que desmonta algunas prácticas comunes en muchos hogares.
En el lado opuesto, el informe identifica que el establecimiento de límites claros y la supervisión activa por parte de los padres se relacionan con una reducción en el tiempo de exposición y en los efectos negativos del uso excesivo de tecnología. “La supresión del tiempo de pantalla por parte de los padres se asocia con menos problemas relacionados”, explica Soler, hace hincapié en la necesidad de implicarse de forma consciente y continua.
No se trata, insisten los investigadores, de eliminar por completo el uso digital, algo poco realista en la era actual, sino de aprender a convivir con él desde una perspectiva más saludable y controlada.