Con la era de la digitalización y de las nuevas tecnologías, la relación con las pantallas se ha ido enfriando hasta volverse algo negativo en la mayoría de las viviendas. Esta es la premisa en la que se ha centrado la especialista en convivencia digital Soledad Garcés, quien ha incidido en la percepción de los más pequeños en este ámbito.
Los expertos ya recomiendan un uso muy limitado de las pantallas, pues la luz azul que desprenden puede tener efectos dañinos sobre el cerebro de los más pequeños. Ahora bien, a medida que van cumpliendo los años, la televisión comienza a formar parte de su rutina diaria, aunque siempre controlando el consumo que se hace de la misma.
El problema al que se ha referido la especialista tiene que ver con la típica frase que los padres suelen decir a sus hijos, y que implica que las pantallas en general son pésimas para ellos. Pero, ¿entonces por qué a veces se señalan como una recompensa ante el buen comportamiento?
¿Qué hacer con las pantallas en los hogares?
Esta cuestión contradictoria sobre si las pantallas son buenas o malas es lo que la experta ha calificado de “confuso”. En sus propias palabras, se trata de una situación en la que el adulto está perdiendo autoridad frente a sus hijos. “A veces se nos van estos detalles que sí vemos con otros ojos”, ha explicado Garcés.
“Deja de decirle que la tecnología es mala”, ha apostillado la especialista en convivencia digital en un vídeo publicado en su cuenta de Instagram. A lo que se refiere es que cuando a un niño se le contraindica algo con lo que luego se le va a premiar, puede provocar efectos adversos en la crianza.
“Podemos cambiar y mejorar”, ha señalado la experta, que ha confirmado que este comportamiento es erróneo. “¿Te pasa que usas pantallas como premio?”, se ha cuestionado, al respecto. Garcés, además, ha indicado lo que se debe decir para evitar esa pérdida de autoridad.
¿Qué se debe decir sobre las pantallas?
La primera clave para saber cómo abordar el tema de las pantallas es evitar la confusión. En este caso, los dispositivos no pueden ser buenos en un momento y malos en otro, según ha explicado la experta. “Dile: ‘Oye, estas pantallas, esta tecnología, en este momento del día no la vamos a ocupar o bien no es para tu edad”, ha sentenciado.
Con esta simple modificación de una frase, la experta ha asegurado que “no se da esta inconsistencia” que le hace perder autoridad a los padres. Además, de esta forma sí es posible permitir al hijo que “use cierta tecnología” en el futuro.