La Guardia Civil ha alertado en sus redes sociales de una estafa que se comete especialmente a través de la aplicación de mensajería Telegram. La mecánica es tan simple como efectiva: “Contactan con nosotros y nos ofrecen pequeñas tareas a cambio de unas cantidades de dinero determinadas”
Telegram, terreno fértil para los ciberdelincuentes
Contactan a través de una plataforma de mensajería, normalmente Telegram, simulando provenir de una gran red social, y ofrecen pequeñas tareas a cambio de unas cantidades de dinero determinadas, advierte la Guardia Civil. En un primer momento, las víctimas perciben pequeñas sumas (entre dos y cinco euros por tarea), lo que refuerza la credibilidad del esquema. En algunos casos, llegan a prometer hasta 100 euros al día.
La trampa se activa en fases. Primero se gana la confianza de la víctima con encargos sencillos y recompensas rápidas. Después, llegan nuevas propuestas que implican tareas más complejas, como hacer compras simuladas, devolver productos o participar en falsos grupos de inversión. Es ahí cuando las cifras aumentan: se piden transferencias que pueden alcanzar los miles de euros. Una vez que el dinero se envía, los estafadores desaparecen.
Según el informe de Kaspersky Daily, Telegram se ha convertido en uno de los principales canales para el phishing digital. Su popularidad, sumada a la posibilidad de usar bots y pagos con criptomonedas, lo hace especialmente atractivo para los delincuentes.
“Los bots de Telegram son muy intrusivos: si no los bloqueas, seguirán llamando a tu puerta”, señala la compañía. Y advierten que basta con interactuar una vez para quedar enganchado al sistema fraudulento. En algunos casos, los bots se hacen pasar por soporte oficial o incluso transfieren su titularidad a la cuenta de la víctima para dificultar rastreos.
Otro ejemplo que cita Kaspersky: se promete una nueva criptomoneda gratuita a quienes completen una supuesta verificación KYC (conocida por identificar usuarios en entornos financieros). Sin embargo, la verificación en estos casos no consiste en mostrar documentos, sino en enviar una cantidad de criptomonedas. El resultado es siempre el mismo: pérdida económica total. No se trata sólo de la promesa de dinero fácil, sino de explotar un comportamiento cotidiano y normalizado en internet: interactuar con contenido.
El contexto digital ha desdibujado las líneas entre lo real y lo fraudulento. Muchos usuarios consideran Telegram un entorno seguro, lo que da pie a una confianza ciega. Las víctimas son, en su mayoría, personas que no tienen perfil técnico y buscan ingresos rápidos desde casa.


