Como padres, es inevitable que llegue el día en el que los hijos empiecen a pedir su primer teléfono móvil. Se trata de uno de los acontecimientos más importantes para ellos y, a su vez, es una de las decisiones más difíciles de tomar. “¿Cuándo es el momento oportuno?”, se preguntan muchas de las personas en esta misma situación. Hay que tener en cuenta que la manera en que se gestione el acercamiento de los más pequeños a la tecnología influirá en su desarrollo futuro.
“Nuestros niños están creciendo en un entorno digital que absorbe a pasos agigantados lo más valioso que tenemos los seres humanos: el tiempo y la atención”, explica Marta Prado Gallego en su libro Educar sin pantallas (Oberon). La exposición temprana a estos medios implica algunos riesgos que los expertos alertan desde hace tiempo. “Se han disparado los casos de hiperactividad, déficit de atención y conductas disruptivas en la infancia; y lo que ha cambiado es el ambiente que les rodea”, señala la educadora.
Proyecto de Ley Orgánica
¿Cuál es la edad recomendada para darle un teléfono a un niño?
“No le des un celular a tu niño”, advierte por su parte la neuropediatra Cecilia Aguilar, en su perfil de Instagram (@dra.cecilia_aguilar). “La edad recomendada para regalar un teléfono móvil a un niño es de 16 años”. De esta forma, la experta y divulgadora hace mención al proyecto de ‘Ley Orgánica para la protección de las personas menores de edad en los entornos digitales’, al que el Congreso de los Diputados dio luz verde en septiembre para su tramitación.
“Los avances tecnológicos, las redes sociales y el acceso a Internet son indispensables en la sociedad actual desde el punto de vista personal y también profesional; sin embargo, entrañan unos riesgos que, en el caso concreto de los menores de edad, son especialmente peligrosos”. Así lo expresó el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, el pasado mes de marzo, tal y como recogen fuentes de La Moncloa.
Paso a paso
¿Cómo debe ser el acercamiento de los niños a las pantallas?
El uso excesivo antes de acostarse afecta directamente a la calidad del sueño, la atención y el rendimiento académico de los menores
En palabras de Cecilia Aguilar, lo recomendable es establecer los siguientes límites: “Cero pantallas hasta los tres años; de tres a seis años y de seis a 12, limitar el contenido y siempre vigilados por un adulto, pero no en entornos como el celular”. Hablamos entonces de la exposición progresiva a los ordenadores o a la televisión. “¿Qué pasa con los niños mayores, de 12 a 16 años?”, prosigue. “Pueden acceder a un teléfono, sin acceso a Internet ni a redes sociales, sino solamente para llamadas telefónicas”.
Finalmente, “a partir de los 16 años” es la edad establecida por la mayoría de los expertos, como así lo recoge el proyecto de Ley Orgánica. A partir de esa edad, se estima que “ya tienen cierto grado de madurez para poder discernir y manejar las redes sociales”, concluye la neuropediatra. En todo caso, hay que tener en cuenta que “la excesiva exposición a pantallas incrementa sustancias como la dopamina y disminuye el lenguaje, la creatividad e incrementa la hiperactividad”. Por lo tanto, el equilibrio entre la tecnología y el bienestar infantil es clave para consolidar unos hábitos saludables.


