Diariamente, incontables compradores utilizan las opiniones en línea como guía para sus adquisiciones. Sin embargo, ¿qué sucedería si una proporción tan alta como el 40% de dichas valoraciones resultara ser ficticia? Las repercusiones podrían ser sumamente perjudiciales tanto para las compañías como para los compradores.
Estas opiniones fraudulentas son comentarios alterados. Pueden ser adquiridas para favorecer a una empresa o generadas con fines maliciosos para dañar a un competidor. En cualquier escenario, confunden tanto a los consumidores como a las compañías. Las críticas falsas pueden originarse de tres clases de individuos: empleados que redactan comentarios a cambio de dinero, personas que realizan un favor a un tercero, o sistemas automatizados que producen reseñas de forma programada. Asimismo, hay consumidores genuinos que exponen sus vivencias, pero discernir entre ambos no siempre resulta sencillo.
Lina Khan, quien preside la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. Como abogada, “las reseñas falsas no solo desperdician el tiempo y el dinero de la gente, sino que también contaminan el mercado y desvían a los negocios de competidores honestos”. Por esta razón, en 2024, la comisión resolvió adquirir o comercializar a sabiendas reseñas fraudulentas en línea, tal como detalló a Reuters. En consecuencia, se podría imponer una multa máxima aproximada de 51.744 dólares por cada violación.
Dueña de un restaurante revisando reseñas de Google.
Ley en España
Aparte de la normativa global, España ha avanzado con la ley SAC 2025 (Servicios de Atención a la Clientela). Una de sus disposiciones es vetar la adquisición y venta de comentarios ficticios, estipulando que las valoraciones deben corresponder a vivencias auténticas y actuales de los usuarios de un producto o servicio. Esto abarca la publicación de opiniones en un marco temporal determinado posterior a la adquisición y la concesión de derechos de respuesta a las compañías ante sospechas de autenticidad.
La normativa requiere confirmar si la opinión procede de un comprador genuino. Para lograrlo, se pueden pedir evidencias como recibos válidos, pruebas de coste o registros de clientes que validen la vivencia.
Una investigación oficial del Gobierno del Reino Unido publicada en 2023 señaló que aproximadamente entre el 11 % y el 15 % de todas las opiniones en línea en secciones populares podrían ser fraudulentas, si bien este porcentaje difiere en función del tipo de artículo y la plataforma utilizada.
Asimismo, una investigación académica llevada a cabo en la Universidad de York en 2023, enfocada en las reseñas fraudulentas, calculó que entre el 16% y el 40% de las opiniones creadas en un contexto de prueba resultaron ser intencionalmente engañosas, evidenciando la forma en que esta problemática puede extenderse en ausencia de mecanismos de supervisión eficientes.
Existen ya sitios como Amazon que exigen una compra validada para poder emitir una opinión o Google, el cual, a través de la inteligencia artificial, busca identificar posibles engaños con el fin de filtrar y suprimir comentarios fraudulentos.
¿Cómo se puede reconocer una opinión fabricada?
- Utiliza un lenguaje bastante general: Términos como “increíble” o “muy recomendable” o errores tipográficos inusuales.
- Patrones de puntuación: que haya cinco o una estrella y ninguna medio.
- Perfiles sospechosos con nombres que contienen números.
- Demasiadas reseñas en un periodo de tiempo muy corto.
Si identificas alguna opinión que parezca ser falsa o de dudosa autenticidad, asegúrate de denunciarla a la plataforma como inapropiada. Para numerosas empresas pequeñas, una reseña fraudulenta podría resultar en la fuga de clientes y la anulación de meses de trabajo.


