El pasado 25 de agosto, la Física perdió a una de sus figuras más importantes en el siglo XXI. Rainer Weiss, científico alemán que ganó el premio Nobel en 2017 y fue proclamado Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica el mismo año, nos dejó a los 92 años. Sin embargo, sus descubrimientos quedarán para siempre en la comunidad científica.
“Lamentamos muy sinceramente el fallecimiento” de Weiss, comunicó la directora de fundación, Teresa Sanjurjo, en una nota en la que no dio más detalles sobre su muerte. Pero ¿por qué fue tan importante Weiss? ¿Cuál fue el descubrimiento que hizo que cambiara todo lo que creíamos sobre la física?
Un pionero de la física
Reiner Weiss, el hombre que confirmó la teoría imposible de Einstein
Nacido en Berlín el año 1932, Weiss saltó a la fama gracias a confirmar un fenómeno cósmico que Einstein predijo hace más de un siglo y que parecía imposible de detectar: las ondas gravitacionales. Según la teoría de la relatividad general, los grandes eventos del universo —como la colisión de agujeros negros o de estrellas de neutrones— generan perturbaciones en el espacio-tiempo que viajan como ondas. Detectarlas suponía no solo confirmar uno de los pilares de la física moderna, sino también abrir un campo completamente nuevo de investigación.
Weiss fue uno de los padres del proyecto LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory), un experimento monumental que llevó décadas de diseño y pruebas. Su propuesta, un interferómetro láser capaz de medir variaciones más pequeñas que el diámetro de un protón, se convirtió en la herramienta clave para captar estas señales.

Rainer Weiss ganando el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica.
En septiembre de 2015, tras años de ajustes y colaboraciones internacionales, LIGO detectó por primera vez la huella de dos agujeros negros fusionándose a 1.300 millones de años luz de distancia.
Ese hallazgo, anunciado en 2016, fue considerado uno de los mayores hitos científicos de nuestra era. No solo confirmó a Einstein, sino que inauguró lo que los expertos llaman “astronomía de ondas gravitacionales”: una nueva manera de observar el universo, independiente de la luz y capaz de revelar fenómenos invisibles a los telescopios tradicionales.
“Me habría encantado ver la cara de Einstein si le hubieran presentado nuestro descubrimiento, porque ni él mismo creía demasiado en su teoría”, dijo Weiss al ganar el Nobel. “Es una señal espectacular que muchos hemos querido observar desde que se propuso LIGO. Muestra la dinámica de los objetos en los campos gravitacionales más intensos imaginables, un dominio donde la gravedad de Newton no funciona en absoluto, y se necesitan las ecuaciones de campo de Einstein, completamente no lineales, para explicar el fenómeno”.
Weiss, junto a Kip Thorne y Barry Barish —con quienes compartió el Nobel—, fue el artífice de un cambio de paradigma. Gracias a sus investigaciones, hoy sabemos más sobre la formación de los agujeros negros, el comportamiento extremo de la materia y la historia misma del cosmos.