El telescopio James Webb desvela un agujero negro formado tras el Big Bang: “Se formó sin haber sido precedido por una galaxia a su alrededor”
Agujero negro
El nuevo agujero negro podría haberse formado instantes después del Big Bang
“Puede parecer una locura y más propio de la ciencia ficción, pero...”: un astrofísico cree que es posible viajar al interior de un agujero negro
Ilustración de un agujero negro supermasivo rodeado del disco de material que cae, en espiral, hacia en interior
A menudo, los estudios y observaciones espaciales desmontan todo lo que se creía al respecto. O, más bien, abren aún más el campo de estudio, pues es una ciencia en continuos descubrimientos.
El último hallazgo ha sido un agujero negro primitivo que ha atisbado el telescopio James Webb con unas particularidades no vistas hasta ahora y que han sorprendidos a los propios investigadores.
”El agujero negro está casi desnudo”, señaló en declaraciones a The Guardian Roberto Maiolino, cosmólogo de la Universidad de Cambridge y coautor de la investigación. “Parece que este agujero negro se formó sin haber sido precedido por una galaxia a su alrededor”.
Esta ilustración de material girando alrededor de un agujero negro resalta una característica particular, llamada “corona”, que brilla intensamente en la luz de rayos X.
La teoría de Hawking
En la década de 1970, Stephen Hawking propuso una teoría según la cual los agujeros negros primordiales aparecieron en los instantes posteriores al Big Bang, durante la rápida expansión inicial del cosmos. Habrían nacido del colapso de regiones con mayor densidad y temperatura, originando objetos de distintos tamaños mucho antes de que existieran las estrellas.
Estos agujeros negros se integrarían en la estructura del Universo, atrayendo gas y polvo y favoreciendo así el surgimiento de las primeras galaxias. Hawking planteó además que podrían ser responsables de la misteriosa materia oscura, llegando incluso a constituir su principal componente.