El mundo de la fotografía cuenta con muchos referentes que han hecho que hoy en día se considere tanto un arte como un motor que mueve el mundo. Desde pioneros como Louis Daguerre o George Eastman, hasta los grandes maestros de la cámara del siglo XX, la historia de la imagen ha estado marcada por avances técnicos y artísticos.
Sin embargo, pocos recuerdan que su raíz más profunda se remonta a hace más de mil años, cuando un científico árabe llamado Ibn al-Haytham, conocido en Occidente como Alhacén, describió por primera vez cómo funciona la visión y sentó las bases de la óptica moderna.
El hombre que corrigió a los griegos
Nacido en Basora hacia el año 965 y fallecido en El Cairo en 1040, Ibn al-Haytham dedicó buena parte de su vida al estudio de la luz y la percepción. Durante siglos, pensadores como Euclides o Ptolomeo habían defendido que la visión era posible porque el ojo emitía rayos hacia los objetos. Pero en su Kitāb al-Manāẓir (Libro de la Óptica, 1011–1021), Alhacén desmontó esa teoría con una idea que aún hoy sigue vigente.
“La luz viaja en línea recta, y la visión se genera cuando la luz reflejada de los objetos entra en el ojo”, dejó claro en el escrito. Y, con esta frase, cambió para siempre la forma en que entendemos la visión.

Un fotógrafo utiliza una cámara de OM System, empresa que utiliza la fotografía computacional en sus cámaras profesionales.
Ibn al-Haytham fue el primero en dar un relato correcto de cómo vemos
Además de estudiar la anatomía del ojo humano, investigó la reflexión en espejos, la refracción en agua y aire, las ilusiones ópticas y la cámara oscura, un principio que siglos más tarde daría lugar a la fotografía. Sin embargo, su legado no se limita a la óptica.
Ibn al-Haytham fue uno de los primeros científicos en introducir de manera sistemática la observación, la experimentación y el razonamiento matemático en la investigación natural. Frente a la especulación filosófica, defendió que las teorías debían ponerse a prueba con pruebas empíricas. En palabras de los historiadores de Muslim Heritage, “Ibn al-Haytham fue el primero en dar un relato correcto de cómo vemos”, además de uno de los primeros en hacerlo con un enfoque cercano al método científico moderno.
La obra de Ibn al-Haytham fue traducida al latín en el siglo XII y tuvo una enorme influencia en figuras como Roger Bacon, Kepler o Leonardo da Vinci. Gracias a esas traducciones, el saber islámico se convirtió en uno de los cimientos del Renacimiento europeo. Sin duda, nada de la ciencia (ni del arte) de hoy en día se entendería de no ser por sus descubrimientos.