En el espacio pasan cosas que hace unos años habrían parecido ciencia ficción. Esta vez, no se trata de un experimento científico ni de una maniobra orbital, sino de algo mucho más cotidiano: una barbacoa. Los astronautas de la estación espacial china Tiangong han preparado la que ya muchos llaman “la primera barbacoa del espacio”, y las imágenes no han dejado a nadie indiferente.
En el vídeo, difundido por medios chinos y replicado después en redes como TikTok y Reddit, se puede ver a los tres tripulantes asando media docena de alitas de pollo en un pequeño horno instalado a bordo. La escena, filmada en gravedad cero, muestra las piezas colocadas sobre una bandeja que se asegura dentro de una especie de jaula metálica para evitar que salgan flotando por la cabina.
Un horno entre las estrellas
De experimento a fenómeno viral
El responsable del improvisado banquete es el comandante Chen Dong, quien aparece introduciendo la bandeja en un aparato que, más que un horno doméstico, recuerda a una lavadora de carga frontal. Pese a las limitaciones del entorno, el resultado es sorprendente, ya que las alitas salen doradas, con un tono que despierta el apetito incluso a cientos de kilómetros sobre la Tierra.
Después de probar las primeras, el equipo carga una segunda tanda, esta vez con trozos de lo que parece ser carne de res hidratada. Entre risas y bromas, los tres astronautas comparten la comida mientras flotan alrededor del módulo, disfrutando de algo que, por unos minutos, los acerca a la vida cotidiana en el planeta.
Según los medios del país, el horno espacial fue incorporado a la estación durante la misión Shenzhou-21, que recientemente llevó a tres astronautas a bordo y estableció un nuevo récord de acoplamiento rápido. Aunque no se han difundido muchos detalles técnicos del dispositivo, se sabe que forma parte de los experimentos de habitabilidad y confort que el programa espacial chino está desarrollando en esta fase.
No es la primera vez que la Agencia Espacial China (CNSA) realiza demostraciones curiosas relacionadas con el fuego o el calor en gravedad cero. En 2023, los tripulantes de Tiangong encendieron una vela para mostrar el comportamiento de las llamas en el vacío, una prueba que sirvió también para comprobar la seguridad de los sistemas de control de incendios a bordo.
La actual misión de Tiangong, que durará seis meses, incluirá también otros experimentos menos convencionales: prácticas de tai chi en gravedad cero, poesía espacial y pequeños ensayos de jardinería orbital. Según el investigador Zhang Hongzhang, uno de los especialistas de la tripulación, el objetivo es explorar cómo actividades culturales o recreativas pueden influir en el bienestar psicológico de los astronautas durante largas estancias.
Más allá de la anécdota, la barbacoa espacial es una muestra del avance tecnológico y de la búsqueda de normalidad en entornos extremos. Cocinar, aunque sea unas alitas de pollo, se convierte en un símbolo de adaptación. Un gesto simple que conecta a quienes viven en órbita con lo más humano de la Tierra.
Y tal vez uno de los logros de la misión sea demostrar que incluso a cientos de kilómetros del planeta, sigue habiendo espacio para los pequeños placeres.


