El insomnio es una de las peores pandemias que sufrimos en el siglo XXI. El tráfico, el ambiente de la calle o incluso (y sobre todo) los pensamientos intrusivos hacen que cada vez más personas sufran por las noches y no puedan dormir bien. En este contexto, ha surgido un gadget cada vez más habitual: las máquinas de ruido blanco.
El funcionamiento de estas máquinas es sencillo: simplemente, generan un sonido constante que enmascara otros ruidos repentinos, como el ladrido de un perro, el llanto de un bebé o el crujido de puertas y ventanas. Es tan útil que incluso se utiliza en oficinas y clínicas veterinarias (porque sí, los animales también sufren insomnio).
“El ruido blanco ayuda a bloquear sonidos repentinos, creando un colchón acústico que favorece el descanso”, explica Michael Breus, psicólogo clínico especializado en sueño, en su canal de YouTube The Sleep Doctor. Pero ¿cómo funciona exactamente el ruido blanco y por qué estas máquinas son tan útiles?

Máquina de ruido blanco LectroFan Evo.
¿El ruido blanco ayuda a dormir mejor?
Tal y como explica Breus, el cerebro humano está programado para reaccionar a sonidos inesperados. De este modo, si en mitad de la noche escuchamos un golpe, el sistema de alerta se activa, dificultando volver a dormir. El ruido blanco, al mantener un fondo sonoro uniforme, evita esos sobresaltos. Según explica el psicólogo del sueño, este tipo de sonido “puede ser útil tanto para conciliar el sueño como para mejorar la continuidad del descanso”.
Además, no se limita al ámbito nocturno. De hecho, muchas personas lo utilizan durante el día para concentrarse mejor en entornos con distracciones, como oficinas compartidas o durante el teletrabajo.
Estos sonidos constantes permiten que el cerebro se relaje y deje de responder a estímulos inesperados
Durante años, el mercado de ruido blanco estuvo dirigido casi exclusivamente a padres primerizos. Pero el auge del bienestar digital ha multiplicado su alcance. Ahora, el abanico de dispositivos va desde modelos básicos de 20 euros hasta máquinas premium que superan los 150 euros, entre los que destacan modelos como LectroFan, Snooz o Hatch Restore.
Además, no existe solo el ruido blanco, sino que también hay variantes: el “ruido rosa”, más grave, que se asemeja al sonido de la lluvia; o el “ruido marrón”, todavía más profundo, que recuerda a las olas del mar.
La popularidad de estas máquinas es un ejemplo claro de que, en la actualidad, cualquier cosa que ayude a dormir mejor es bienvenida. Lo curioso es que, en lugar de buscar un silencio absoluto, cada vez más personas apuestan por un “silencio controlado” que amortigüe los sobresaltos. Como resume Breus, la clave está en que “estos sonidos constantes permiten que el cerebro se relaje y deje de responder a estímulos inesperados”.