El crecimiento de la tecnología es imparable. Los expertos han señalado un futuro brillante, pero algunos sectores se verán afectados en consecuencia, como algunos puestos de trabajo. No obstante, adaptarse parece la mejor solución ante esta nueva realidad.
Adam Dorr es un científico social ambiental y teórico tecnológico, además de futurista, que ha ofrecido una entrevista a The Guardian para analizar el futuro de la inteligencia artificial.
Su equipo de investigación tiene como objeto de estudio los patrones de cambios tecnológicos a lo largo de la historia de la humanidad. Y todo apunta a que el mercado laboral sufrirá un importante revés para las personas en un futuro a corto plazo.

La capacidad de autorreplicarse de una IA es una característica que preocupa a los expertos
“La tecnología tiene un nuevo objetivo en la mira: nosotros. Ese es nuestro trabajo”, afirma el futurista. En prácticamente cualquier ámbito, dentro de una generación las máquinas serán capaces de desempeñar las mismas funciones con igual o mayor eficacia, y a un costo significativamente menor, explica Dorr.
El futuro del empleo
Mayor importancia a los oficios con componente humano
Dorr vislumbra un mejor futuro para puestos de trabajo que se sostienen gracias al componente humano, como los entrenadores deportivos, los políticos o los expertos en ética. Sin embargo, incluso en esos campos, las máquinas podrían convertirse en competidoras.
“Seguirá habiendo un nicho para la mano de obra humana en algunos ámbitos, el problema es que no haya suficientes ocupaciones de ese tipo para emplear a 4.000 millones de personas”, vaticina.