Por primera vez, el pleno del Ayuntamiento de Barcelona, bajo la presidencia del alcalde Jaume Collboni, se ha pronunciado a favor de la ampliación del aeropuerto de El Prat. No es un hecho vinculante, ya que no tiene poder de decisión sobre esta infraestructura, pero ese cambio de posición municipal es un factor determinante para impulsar un proyecto que lleva varios años bloqueado. El acuerdo municipal de ayer, en este sentido, allana el camino para que la Generalitat avance en el mismo sentido, tal como ha prometido el president Illa desde que tomó posesión de su cargo, ya que está convencido –a diferencia de su antecesor– de que la ampliación del aeropuerto es imprescindible para el crecimiento de la economía catalana.
El pleno del Consistorio barcelonés ha ido mucho más lejos de lo que habría sido una mera aprobación de la ampliación del aeropuerto. En su sesión de ayer, acordó liderar y comprometerse para llevar a cabo las acciones necesarias a fin de aumentar la capacidad de las instalaciones aeroportuarias, que son claves para el desarrollo económico y social de Barcelona y del conjunto de Catalunya.
La decisión de ayer supone un cambio radical respecto a los anteriores gobiernos municipales, presididos por Ada Colau, que mantuvieron un rechazo frontal y radical a dicho proyecto. Y aunque tampoco tenían poder de decisión, el rechazo oficial de la ciudad de Barcelona al proyecto suponía un claro freno institucional para su ejecución, tanto por parte de la Generalitat como del Gobierno central y Aena, la empresa pública que gestiona las instalaciones aeroportuarias.
El pleno barcelonés aprueba liderar el aumento de la capacidad de vuelos de El Prat
El acuerdo del pleno se logró gracias a la aprobación de una proposición presentada por el grupo municipal del Partido Popular apoyada con los votos de PSC, Junts y Vox. Las cuatro formaciones suman 27 concejales de los 41 que tiene el Consistorio. BComú y ERC se opusieron, en línea con la postura inamovible que han mantenido históricamente.
El texto presentado por los populares insta al equipo de Collboni a poner en conocimiento de los grupos municipales, en el plazo de un mes, el informe encargado por el alcalde hace más de un año al Consejo Asesor de Infraestructuras sobre la viabilidad de la ampliación del aeropuerto. Ello servirá de base para que el Consistorio barcelonés apoye la opción técnica más adecuada y viable con objeto de incrementar la capacidad operativa del aeropuerto y asegurar su papel como hub internacional e intercontinental. Ello es clave para potenciar y dinamizar la actividad económica, crear empleo y atraer talento, turismo de calidad e inversión.
Con la decisión del Ayuntamiento de Barcelona, el Govern de la Generalitat tiene un mayor respaldo institucional y social para presentar una solución que permita el crecimiento del aeropuerto de Barcelona-El Prat y que haga posible conciliar los diferentes criterios técnicos, económicos, medioambientales y políticos con respecto a esta infraestructura. El president Illa, pese a su compromiso de llevar a cabo la ampliación del aeropuerto, lo tiene más difícil que Collboni porque sus dos socios de investidura, Comuns y ERC, son contrarios a esta. La negociación parlamentaria con ellos será complicada, a menos que opte por el apoyo de Junts, PP y Vox, que, en el pleno municipal, ya se han manifestado a favor. Es el momento en que el camino parece más despejado para desbloquear el proyecto.
La decisión municipal allana el camino para la solución que estudian la Generalitat y el Gobierno
Existen ya suficientes estudios y propuestas técnicas sobre la mesa para la ampliación del aeropuerto y así poder incrementar los vuelos intercontinentales que conectarán Catalunya con todo el mundo. Ha llegado la hora de tomar decisiones definitivas. La Generalitat y el Gobierno central han negociado en los últimos tiempos un plan de futuro que podría convencer a todas las partes en litigio y salvar, igualmente, los requisitos medioambientales que exige la Unión Europea. Y existe un compromiso público de la Generalitat de presentarlo en breve.
La decisión es urgente porque el aeropuerto de Barcelona roza su nivel de saturación y se requieren cerca de diez años para ejecutar la eventual ampliación, que ya acumula mucho retraso. Mientras, Aena ha puesto en marcha un plan para optimizar la operativa de vuelos y las instalaciones existentes. Pero esta actuación tiene un límite. Catalunya necesita un escenario de futuro que le permita garantizar su conexión aérea con el resto del mundo. De ello dependen su progreso, sus inversiones y su empleo.