Por si viven en Babia, sepan que el CE Europa se proclamó el domingo campeón de grupo de Segunda y ha ascendido a Primera RFEF, donde exigen un campo de hierba natural, como si en lugar de jugar al fútbol tuviésemos que alimentar vacas, ovejas u otros herbívoros. Ganas un título y tienes un problema. No hay como ser trabajadores...

El caso es que el domingo celebramos el ascenso en el Nou Sardenya. ¡Menuda juerga! El club dispuso de unos cartelones blancos y azules en cada localidad. Se trataba, al parecer, de perpetrar un mosaico. La gente sostuvo el cartelón con las dos manos, lo cual impidió aplaudir al equipo cuando saltaba al campo. Ya lo decía mi madre: no se puede tener todo en esta vida.
Menuda juerga montamos el domingo en el Nou Sardenya para celebrar el ascenso
El rival, el Real Mallorca B, se olvidó la equipación en la isla (la culpa es del turismo). A fin de que no jugaran en cueros, les prestamos la indumentaria, escapulada y con nuestro glorioso escudo, de modo que parecía un partido benéfico de solteros contra casados.
A mi lado se sentó la novia de un jugador visitante, muy interesada en saber cuánto cobran nuestros jugadores. Deduje que se quieren casar y en Mallorca la vida está imposible, por lo que mi consejo fue el Pontevedra. Como hago con todas las visitas, le informé de que el Europa disputó la edición fundacional de la Liga y es el primer club del mundo que le metió cinco al Real Madrid en competición oficial.
El Europa se hinchó. Cinco a cero. Abrió el marcador el gran capitán, Álex Cano, un central que sube al área contraria cuando le da la gana, alegría que entusiasma a la parroquia porque las mete todas.
Como es tradicional, los aspersores regaron el césped artificial en el descanso y a los espectadores de las primeras filas.
Al término del partido, el señor presidente de la Federación Catalana y vicepresidente de la Española nos entregó una copa preciosa de esas que lucen en el comedor, entre algunos cánticos de “¡Puta España!”, detalle la mar de simpático y muy antifascista.
Hemos ascendido. Porque somos un gran club de barrio, con memoria, bien gestionado y jugadores de talento y alma. Hay fútbol en Barcelona más allá del Barça. Visca l’Europa!