Me han robado (otra vez) en Barcelona

EL PATIO DIGITAL

La percepción de las cosas es subjetiva, ya lo dijo la reina Isabel de Inglaterra, y esta escribidora no puede estar más de acuerdo, porque cada vez que escucha las estadísticas sobre la criminalidad algo le chirría, probablemente debido a la circunstancia  personal e intransferible de haber sido víctima de dos delitos en poco más de un mes en la ciudad donde reside, que es Barcelona.

Barcelona, archivo de la cortesía, albergue de los extranjeros y tal, aunque una se queda con la parte de la cita cervantina que reza “venganza de los ofendidos”, o  eso piensa mientras participa de una nueva actividad no oficial para turistas y propios consistente en “ratear” (de 'to rate', no de 'rata') las diferentes comisarias de los Mossos d'Esquadra. 

Ya saben, eso de puntuar la atención de 5 a 10 siendo el 5 el peor y el 10 el mejor. Sin ser pelota, les pongo un 10, y empiezo a tener una sólida experiencia en el tema. Mientras espero, mato el tiempo consolando gente y traduciendo a varios idiomas de la UE y me recuerdo a mí misma que la economía española es de las más sólidas de la zona euro. Ya les digo yo que la percepción de las cosas es muy subjetiva, muy mucho.

undefined
Marta Pérez/Efe

El primero fue un hurto, el segundo un robo con violencia, entre ambos unas semanas para reponerme. Como mujer, ya nací con ojos en la espalda para barruntar posibles agresiones al volver a casa, de día o de noche, las lectoras seguro que  saben de qué hablo. Ahora también me están creciendo ojos por los lados y hasta en los pies.

Les cuento: estaba tan tranquila después de poner comida a la colonia de gatos que cuidamos entre varios voluntarios en un barrio se supone que también tranquilo cuando, al salir del coche para saludar a una vecina, sincronizadamente me abren la puerta del copiloto y bolso que ya no está, vecino (otro) que me avisa, y servidora que echa a correr, para nada. Bye bye falso Kelly, pero de piel buena.

La seguridad no es de derechas, ni tampoco es de izquierdas, es una condición imprescindible para poder ejercer la libertad

Ahora toca ratear a la Guardia Urbana, y de nuevo entre 5 y 10 siendo bla bla bla, les pongo, también a ellos, un 10. En un par de horas recuperan el bolso con prácticamente todo, solo faltaban los cinco euros que llevaba, una suma importante, que la economía va tan bien. Ironía, aclaro. El pájaro, y perdonen que me refiera así al ladrón, pero es por la rapidez con que me voló mis pertenencias, era un viejo conocido de la Urbana. Lo dejamos ahí.

El robo con violencia tuvo lugar el pasado domingo a la hora de comer en el centro de Barcelona. Tres artesanos, porque hay que reconocerles la habilidad con que, sincronizadamente también, nos rodearon, estrujaron y demás, le birlaron el móvil a mi colega, a quien sin duda confundieron con un guiri debido probablemente a que lo es, aunque lleve cuarenta años en esta ciudad.

Lee también

El perdón de los pecados y la vida eterna

Isabel Gómez Melenchón
Pedro Sánchez

El colega y yo conseguimos retener a uno, mucho gimnasio. Llegaron los Mossos con tanta rapidez que más bien diría que se materializaron, y les ayudamos traduciendo al castellano al artesano, y ya estoy diciendo suficiente. Por supuesto, el móvil ni está ni se le espera.

La seguridad no es de derechas, ni tampoco es de izquierdas, es una condición imprescindible para poder ejercer la libertad. Si una tiene que ir añadiendo como prótesis ojos por todas las partes del cuerpo, ir mirando hacia todos lados, poner el seguro del coche antes siquiera de abrirlo y llevar enganchado el móvil a la muñeca, ya me contarán.

Lee también

Se nos ha quedado cara de politetrafluoroetileno

Isabel Gómez Melenchón
Me han robado (otra vez) en Barcelona

Si hablo de seguridad en redes, ya sé lo que me voy a encontrar: en X un vómito de odio y un panorama tan exagerado que se diría que esto es La  purga, en Bluesky negarán que nada así esté ocurriendo, todo el mundo es bueno, no, buenísimo, y si ocurre, seguro que es culpa mía.

”¿Qué vas a creer, lo que ven tus ojos o lo que te cuentan?”. Es un comentario que circula por X y no para bien, pero que sabe aprovechar el terreno abonado que se produce cuando, efectivamente, nuestras percepciones discrepan de lo que se nos dice.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...