Una mujer francesa resulta gravemente estafada online y rompe su matrimonio por culpa de vídeos de inteligencia artificial que la conducen a creer que Brad Pitt está enamorado de ella. Es un nuevo síntoma que ayuda a diagnosticar la patología: la vida online atropella y destruye cada vez a más personas. Si tu ventana al supuesto mundo es una pantalla, solo verás los contenidos que te harán llegar los que alimentan este falso mundo y no conocerás la realidad. Por compasión, claro está, había que detener el escarnio que provocó a la víctima una depresión y varios intentos de suicidio, igual que hay que manejar con cautela
el fracaso escolar. Pero las
lecciones deben aprenderse.
Y las medidas deben tomarse. Es necesario alejarse de las pantallas o, al menos, prepararse bien para tener un espí-ritu crítico. Desconfiad de las relaciones online y confiad
razonablemente en las verdaderas buenas personas que os rodean.
Bernat Antràs
Suscriptor Barcelona