No son vagos

Tras el absentismo laboral, tras todas esas ausencias del trabajo, hay sufrimiento. Ansiedad, depresión y burn-out por la carga de trabajo (muchas veces mal remunerado) que padecemos en nuestros puestos; por no hablar de otros temas, como el acoso laboral. Porque sí, hablamos mucho de la conciliación y de la productividad, pero, ¿quién piensa en lo que le pasa a la mente de un trabajador cuando el estrés se vuelve crónico?

No se trata de un simple dolor de cabeza, ni es algo banal. Es una carga brutal que te anula. Y claro, el cuerpo y la mente, que no son tontos, acaban diciendo “basta”. Estas bajas laborales no son un capricho. Es hora de cambiar el chip y ver estas bajas, no como un problema de vaguería, sino como una señal de alarma.

Sandra Diago Porcar

Castellón de la Plana

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...